Las autoridades decidieron que el próximo martes 25 de este mes se iniciaría la docencia bajo el esquema de la llamada semipresencialidad, en forma “gradual controlada y voluntaria”.
El pasado 6 de abril, el Ministerio de Educación empezó la docencia semipresencial en 48 municipios con una tasa de positividad de la covid-19 menor de un 5%. Posteriormente fueron incorporados otros 17 municipios.

Hemos dicho, que es comprensible, y hasta loable, la voluntad de las autoridades para normalizar la docencia, que las escuelas tengan vida con la presencia de los niños.

Pero en medio de una pandemia, esa determinación suele estar zarandeada por los imponderables. El pasado lunes, el propio presidente de la República Luis Abinader tuvo que reconocer que estamos ante un rebrote del coronavirus, con una multiplicación de casos en el Gran Santo Domingo.

Precisamente, ese polo poblacional está en los planes del Ministerio de Educación para reiniciar las clases en la forma prevista, y después de ese reconocimiento, resulta inevitable revaluar la situación.

En efecto, ayer el ministro de Educación Roberto Fulcar, dijo que será una materia del Gabinete de Salud decidir si continúa el plan de reapertura de la semipresencialidad como se había previsto.

Asimismo, a este diario llegan noticias algo desalentadoras sobre el estado de los planteles escolares. Abandonos y deterioros en algunas demarcaciones que no se explican luego de un año sin asistencia a las aulas.

¿Por qué tan afanoso empeño por volver a las aulas, cuando todavía no se resuelven cuestiones elementales como la planta física?

Inexplicable, cuando se supone que las autoridades han tenido todo el tiempo disponible, porque los muchachos están fuera de los establecimientos.

Además, ya el mes de junio está al doblar de la esquina, período en que tradicionalmente cierran las clases y debe arrancar el programa de reparación de las instalaciones para el próximo año.

Después de todo, el año escolar no se ha perdido. Las autoridades respondieron con las facilitaciones a través de medios virtuales, por radio y televisión, y están conformes con los resultados alcanzados.

Parece prudente retomar la reparación y construcción de las instalaciones y prepararse mejor para el año escolar 2021-2022.

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