Quizá sea la primera vez en esta gestión que no se reacciona favorablemente a un tema que se torna mayoritario, como el proyecto de ley para reducir por seis meses a cero los aranceles a la importación de los productos más importantes de la canasta básica.
Es parte de un conjunto de medidas anunciadas por el presidente Abinader el pasado 21 de marzo, encaminadas a mitigar el impacto de la inflación importada por el incremento del petróleo y las materias primas.
Ningún sector de la producción nacional simpatiza con la medida, por el contrario, estiman que afectaría a los productores del campo, a las agroindustrias, y a industrias y empresas que suplen insumos y servicios, así como a las micro, pequeñas y medianas empresas que participan en la cadena de comercialización de estos productos.
Y cuando decimos que ningún sector apoya el proyecto de cero arancel es que al hacer un recuento de las voces en contra nos encontramos con la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro), la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), la Asociación Dominicana de Hacendados y Agricultores (Adha), y muchas otras organizaciones.
Precisamente la JAD advierte del peligro que correrían nuestros agricultores como también nuestra soberanía alimentaria y sugiere otros tipos de apoyo, con políticas focalizadas, destinadas a incrementar la producción nacional.
Estos son los sectores más representativos (sin incluir a los partidos opositores con representación congresual, los que también lo rechazan), cuya opinión debería ser escuchada porque no afectaría la intención de frenar la inflación, para lo cual esta sería solo una de varias medidas a implementar, como se ha hecho con otras de política monetaria y de subsidios a productores y a determinadas importaciones.
El 21 de marzo el presidente afirmó que ha estado en contacto con el liderazgo de las asociaciones empresariales, productores mayoristas, minoristas, comerciantes e importadores, para promover estas medidas, pero ante su reacción negativa al arancel cero para algunos productos, sería aconsejable que los volviera a llamar para debatirlo.
El mandatario ha sabido escuchar y tiene que hacerlo de nuevo ahora para despojar a este proyecto de sospecha, ante la cerrada y sorda oposición gubernamental, incluida la del partido oficial.
