La celebración ayer del Día Mundial del Medio Ambiente fue una oportunidad para hablar sobre las amenazas que se ciernen sobre la República Dominicana, y obviamente, sobre toda la región ubicada en la ruta de los huracanes, en una época en que ya no se considera el cambio en el clima como una cuestión de futuro, sino como una realidad actual.
En efecto, ahí se reveló cómo el paso de los huracanes Irma y María disminuyeron las posibilidades de crecimiento de la economía dominicana y especialmente, los daños que dejaron. La realidad es que los fenómenos naturales afectan a todos, pero las personas que viven en peores condiciones materiales, son precisamente los más pobres, quienes más sufren.
Las tormentas o los huracanes siempre dejan sus secuelas, lo que se advierte ahora es que por efecto de los cambios en el clima, tienen mayor vocación devastadora. Pero además, por los deterioros en los ecosistemas, todo tiende a agravarse.
Las instituciones privadas y públicas ya consideran en sus políticas esta cruda realidad, aunque no siempre se actúa en los términos deseados.
Si no se realizan las previsiones de rigor, un huracán tan devastador como María, que impacte rudamente la isla, podría ser un factor multiplicador de la pobreza. Se habla francamente de un incremento de hasta un 45%. Sería un retroceso terrible para los esfuerzos público-privados para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
Es importante que el Estado avance en los esfuerzos por fortalecer los mecanismos de respuesta ante esos elementos de la naturaleza, más allá de la simple expresión “construir capacidades de resiliencia”.
Una política bien llevada debería responder materias fundamentales como el uso de suelos y territorios, y soluciones viables y sostenibles para quienes ya están establecidos en zonas vulnerables.
El Estado dominicano debe prevenir, y la mejor previsión es estar en capacidad de dar respuestas ante los imponderables del tiempo. Hay que entender las nuevas realidades y especialmente que haya voluntad para responder a los retos que entrañan.
