Cuando utilizamos en Dominicana el adjetivo aplatanado, todo el “mundo” sabe a qué nos referimos, aunque su real definición (indolencia, apatía…) no encaja con la aplicación que le damos, que generalmente está referida a extranjeros que adoptan a nuestras costumbres.
Y si insertamos sin rigor esa expresión, es para suscribir parte de la ponderación que hace la Asociación de Amas de Casa del Distrito Nacional sobre el proyecto de resolución del Ministerio de Trabajo para el contrato de trabajo doméstico.

Cuando proponen “aplatanarlo”, se refieren a adaptarlo a la realidad del país porque de primera intención deja entrever que se extrapolan, sin sopesarlo de manera crítica, niveles y condiciones de vida de países industrializados.

Las amas de casa también piden que lo sometan a debate público porque a la postre podría hacer más mal que bien, sin importar lo que lo inspira y aunque se pretenda una adecuación a convenios de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

Fíjense que hablan las amas de casa, las que se muestran cautas y no expresan regocijo ni entusiasmo, como lo que provocaría algo que vaya enteramente en beneficio propio.

Realmente son muchas las incógnitas que deja, así como áreas grises y algunas cuestiones que chocan con el sentido común.

Por si fuera poco, se han referido al tema y hacen objeciones puntuales a ser consideradas un experto en la materia laboral de la talla de Rafael Alburquerque, y la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus).

Alburquerque, exsecretario de Trabajo, considera que la resolución podría generar problemas legales, despidos y complicaciones económicas para la clase media.

Mientras que para Finjus se trata de un texto con el que se estaría derogando, en gran parte, el contenido del régimen especial para el trabajo doméstico establecido en el Código de Trabajo, una facultad exclusiva del legislador.

Consideramos necesario que se abra el debate, que cobrará relevancia porque se trata de un proyecto sobre el cual se podrá opinar durante los próximos 25 días, aunque a juzgar por las múltiples y dispares reacciones iniciales, su aplicación no será tarea fácil.

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