El comunicador Jean Suriel, experto en asuntos climáticos, inició una campaña en sus redes sociales para que se dote a la República Dominicana de sistemas de radar para dar seguimiento a los fenómenos atmosféricos.
Con esa iniciativa también trata de sensibilizar acerca de la falta de estaciones automáticas, al considerar que son insuficientes las que existen.
Lo que sorprende de que sea necesario hacer campañas, e intriga a la vez, es que el costo aproximado de un radar Doppler es de poco más de un millón de dólares, por lo que con tan solo US$8 millones el país podría adquirir cinco de estos y ponerse a la altura, por ejemplo, de Cuba, que tiene seis; o de Jamaica, que tiene los suyos, lo mismo que Puerto Rico y muchas de las Antillas Menores.
Con tantas inversiones que a diario se anuncian, resulta inconcebible que no se destine dinero para comprar un radar, una herramienta de fundamental importancia.
Eso con todo y que República Dominicana está situada en una zona vulnerable, por los huracanes y porque en el trópico llueve cualquier día y hay peligros de inundaciones.
Hay que apoyar esta campaña de Jean Suriel, la que coincide con el anuncio de que en los próximos meses se reactivará el radar meteorológico de Punta Cana, que será operado por el Instituto de Aviación Civil (Idac), y que era el único con que contaba el país y tiene años fuera de servicio.
Al ofrecer nuestro apoyo a esta campaña, tomamos en cuenta su pertinencia debido a lo inexplicable de que el país sufra esta carencia, y por la proximidad de la temporada ciclónica.
“La instalación de estos radares es una deuda del Estado, porque debimos tener hace tiempo un sistema de radares”, fue la respuesta de Suriel a una pregunta de elCaribe, que lo entrevistó a propósito de su campaña #Radares para RD, la que debiera ser propulsada por todo aquel que considere inadmisible que en República Dominicana, con su alto nivel de desarrollo y de crecimiento económico, no haya dinero para adquirir aunque sea uno solo de estos imprescindibles aparatos.
