Andrés Dauhajre, hijo, reveló ayer en este diario información que debe ser motivo de reflexión, y en muchos casos, hasta de contrición para todos aquellos que tienen responsabilidades en la gestión de empresas. Él escribió: “El salario mínimo real mensual en 1979, medido en pesos del 2007, era de RD$8,632. Hoy día, 40 años después, en pesos del 2007, alcanza RD$7,399. En otras palabras, el salario mínimo real, en vez de subir durante los últimos 40 años, ha bajado 14.3%”.

Y precisamente hoy, los patronos y los trabajadores, con la mediación del Ministerio de Trabajo, se reúnen para discutir el reajuste del salario mínimo, en la repetición de un juego inexplicable de postergar hasta el infinito una cuestión de justicia que debe ocurrir sin tantos escarceos.

Nuestro colaborador agrega: “Mientras eso ha ocurrido, el PIB per-cápita real anual, medido en pesos del 2007, ha pasado de RD$77,952 en 1979 a RD$254,638 en el 2019, según la proyección que ha hecho el FMI, para un aumento acumulado de 226.7%. Cualquier experto en Cuentas Nacionales llegaría a la conclusión de que la totalidad del crecimiento acumulado en el PIB real ha tenido como destino remunerar al capital, no la mano de obra”.

Significa que ese crecimiento de la economía y de las ganancias se acumula entre los empleadores. Que hay una enorme concentración de la riqueza en las mismas manos que se resisten a soltar las migajas que por derecho corresponden a la fuerza que ayuda a multiplicarla. Nada cristiano.

Dauhajre observa que es un fenómeno que nos sitúa junto a unos pocos países, a la zaga del resto de Latinoamérica.

“Con un salario mínimo mensual de US$234, aparecemos en la cola, acompañados de Nicaragua (198), México (128) y Haití (110). El nuestro es 27% más bajo que la media de US$320 que prevalece actualmente en la región”.

Siendo así, el poder adquisitivo del trabajador dominicano es de precaria sobrevivencia, lo que no se compadece con una economía con un crecimiento que es motivo de orgullo, por cuenta precisamente de la iniciativa privada que lidera la producción y la prestación de servicios.

Motivos suficientes para pensar en el país que queremos todos…

Posted in Editorial

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas