La economía dominicana ha comenzado a dar señales de recuperación. El informe del Banco Central que da cuenta de un aumento superior a 40 mil millones de pesos en la cartera de préstamos de la banca al sector privado desde el inicio de la pandemia, refleja esa tendencia positiva.
Se trata de una reacción de los agentes económicos a los estímulos monetarios ofrecidos por el Banco Central mediante la aplicación de una política monetaria flexible, dirigida a bajar el costo del dinero para que aumente el crédito y consecuentemente se incremente el consumo y la inversión, los motores que guían la economía.
La política monetaria expansiva, aunque no está exenta de riesgo en el área de los precios internos, es clave para inducir la economía hacia la activación o reactivación. Por sí sola no es suficiente. Necesita ayuda o coordinación de la otra gran política económica, la fiscal, que es diseñada y aplicada por el Gobierno vía el Ministerio de Hacienda. Se refleja según la tendencia de los gastos oficiales.
En ocasión de la pandemia que afecta al país desde marzo del año en curso, el Gobierno se ha visto forzado a aumentar el gasto, especialmente en las áreas de salud, educación y seguridad social. Además del incremento de los gastos, la política fiscal ha concedido ciertos alivios fiscales a los contribuyentes, dándoles dispensas y posposición de pagos, medidas que han mejorado el capital de trabajo de los contribuyentes, sean personas físicas o morales.
La combinación de los estímulos monetario y fiscal puede ser útil para los desafíos derivados de las crisis sanitaria y económica generadas por la pandemia, impulsando la demanda interna, para una facilitación de la reactivación de la economía en los próximos meses.
Esa parece la apuesta del Banco Central más su promesa de continuar reaccionando oportunamente con todos los instrumentos a su alcance para lograr una recuperación gradual de la economía, con el compromiso de mantener una inflación baja y estable, y velar por el buen funcionamiento del sistema financiero y de los sistemas de pagos.
Por eso es alentadora la afirmación del Banco Central de que durante todo el período de la pandemia, el crédito neto al sector privado ha mostrado dinamismo en consonancia con la política implementada.
