No exageramos si afirmamos que en República Dominicana hay mejorías en el control de la propagación de la COVID-19, si lo comparamos con su comportamiento durante los meses de julio y agosto, después de la celebración de las elecciones, cuando las tasas de contagios y víctimas fatales se multiplicaron peligrosamente. Los reportes de muertos diariamente no cedían de dos dígitos, y los contagios remontaron sobre los mil diarios durante esos días.

En las últimas semanas observamos una tendencia al descenso de casos de la COVID-19 y la disminución relativa de fallecimientos. Naturalmente, las autoridades han cambiado el formato de reporte diario, y registran de manera separada los del día inmediatamente anterior respecto a los acumulados en períodos anteriores, lo que permite tener una idea más precisa de lo que ocurre.

Según se desprende de los reportes de la semana que termina este sábado 3 de octubre, los casos positivos han bajado notoriamente, si se considera que las pruebas han aumentado.

En el boletín número 194 de Salud Pública del lunes pasado, fueron registrados 234 casos nuevos de coronavirus, con 2,176 muestras procesadas. Sólo tres defunciones en las últimas 24 horas de ese día. El total de muertes aumentó a 2,101 y la letalidad se ubicó en 1.88%. La positividad diaria promedio fue de 14.54%. Igual se mantuvo la tendencia hacia abajo en la ocupación de camas Covid-19, con un 23%; las UCI un 33% y el uso de ventiladores un 28%, con 22, 801 casos activos.

Esa nueva realidad permitió que las autoridades abrieran las puertas para todo tipo de servicios en centros hospitalarios del Gran Santo Domingo que estaban dedicados solamente a tratar la COVID-19.

El martes 29 hubo un ligero aumento de casos nuevos, 309, pero las muestras prácticamente se duplicaron con 4,411 procesadas. Hubo 4 defunciones y la letalidad se mantuvo en 1.88%. La positividad dio un bajón a 9.15%.

Un comportamiento parecido, con altas y bajas, persistió durante los boletines del miércoles, jueves y el pasado viernes, con más casos según el mayor número de muestras, pero en general, manejable.

Todos esos datos positivos no pueden, sin embargo, llevarnos a creer que la COVID-19 está controlada. Falta mucho por alcanzar. Pero vemos signos alentadores.

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