Aquellos bomberos y agentes de la Defensa Civil, llamados erróneamente dizque “servidores públicos”, el jueves 15 no llegaron ni muy hondo ni muy lejos en el deber de rescatar a Sheilin Vizcaíno, niña de trece años que había sido succionada por una alcantarilla en Lavapies, San Cristóbal. Pero, por suerte, Yeuri Féliz, joven del barrio, se percató de la irresponsabilidad y de la cobardía de aquellos, y se lanzó a buscarla, y a unos 300 metros la encontró viva y alegre por haber sido salvada de una muerte segura… (Y ahí está San Cristóbal, todavía con un grito entre aplausos que se ha hecho merecidamente nacional: ¡Viva Yeuri!).