El principal motivo de todo el que practique algún deporte es ganar, es tratar de convertirse en referencia como el mejor, aunque sea dentro de un marco histórico en la disciplina, por esa magia que puede inmortalizar a todos aquellos que dominan una era, ya sea de manera individual, o colectiva.
Eso, independientemente de expresiones que definen realidades de este mundo, como por ejemplo, “luchó tanto, que merecía el triunfo”; o, “lo importante no es ganar, es competir”.
Al final las victorias son las que trascienden en el tiempo y en el recuerdo de los fanáticos.
Si ganar es la principal motivación, vencer al más ganador debe ser la segunda.
Digo esto como una manera de entender lo que estoy viendo en la final de la “Copa” en la Liga Dominicana de Fútbol (LDF), donde los clubes participantes llegan empatados al juego que lo decidirá todo mañana en el estadio de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago.
Todos sabemos que Cibao FC es el equipo más exitoso de la liga y los Delfines del Este, que están en una de sus mejores presentaciones como organización, tienen como enfoque principal, lograr su primer título, pero sobre todo, ganarle al mejor.
Recordemos que el primer juego se desarrolló en dos tandas. Comenzó el sábado pasado, pero tuvieron que detenerlo por tormenta en el minuto 52 cuando Cibao FC ganaba 0-1. La mañana siguiente cuando se continuó, Delfines del Este empató y terminó 1-1. Los fanáticos del equipo capitalino celebraron como que habían ganado su primer campeonato.
Hasta lágrimas han derramado sus dirigentes a medida que van avanzando. Me impactó mucho ver en un video aficionado, grabado en el teléfono celular de un particular, a Pedro Estévez, del cuerpo técnico, tirado en el césped llorando cuando finalizó el juego en el que eliminaron al Club Atlético Pantoja.
Contra Cibao FC pudieron regresar en el marcador y lograr las esperanzas de llegar empatados al juego de vuelta, en busca de concluir positivamente una temporada increíble, y vencer al favorito.
Ahora queda un solo juego. 90 minutos que van a definir esta “Copa”, y aunque los cibaeños jugarán de locales, en el fútbol no hay nada escrito.