Finalmente no se pusieron de acuerdo los dueños de equipos y los peloteros de Grandes Ligas iniciando un paro laboral 26 años después de la última vez que vimos algo así.
En aquella ocasión Felipe Rojas Alou quedó como manager del año en la Liga Nacional. Sus Expos de Montreal al momento del paro tenían el mejor récord de todas las mayores con 74 victorias y 40 derrotas.
Fue muy doloroso no poder conocer si finalmente el dirigente dominicano se coronaría campeón.
Al menos en esta ocasión no tenemos esa condición agravante, aunque tampoco se tiene certeza de cuánto tiempo durará.
En una carta a los fanáticos el comisionado Rob Manfred asegura que lo mejor es que suceda en esta fecha, porque eso va a acelerar las negociaciones para que no se pierda nada de la próxima temporada.
Yo no estaría tan seguro de eso.
La Asociación de Jugadores de Grandes Ligas, unión o sindicato, como usted quiera reconocer la entidad, está muy clara en lo que busca para sus integrantes. Sus reclamos principales son bajar a seis años el tiempo de servicio para la agencia libre y mejorar la repartición de las ganancias en todo el sistema financiero de la liga.
Todo lo demás es peccata minuta.
En la carta Manfred, publicada dos minutos después de expirar el acuerdo anterior, argumenta que el dinero se está repartiendo bien y pone de ejemplo los más de 1,700 millones de dólares comprometidos en los últimos días para nuevos contratos a estelares del negocio.
Es decir, que hasta en esa comunicación que pretende llevar esperanza a los seguidores del pasatiempo nacional americano, se puede leer una postura vertical e inflexible con el tema económico.
Aunque el comisionado dice que este es el mejor momento para que suceda, me permito recordar el papelazo que hicieron los dueños de equipos cuando en 1995 abrieron los campos de entrenamientos con jugadores que ya no estaban activos. El lanzador dominicano Pedro Borbón, quien se había retirado en 1980, nos queda como el mejor ejemplo de ello.
