En los deportes las cosas no son tan seguras como decir dos más dos son cuatro. Antes de iniciar una temporada los equipos proyectan sus metas, hacen un presupuesto, invierten en personal técnico, contratan jugadores, todo bajo el criterio de buscar lo mejor posible para lograr un campeonato.
Sin embargo, eso no garantiza nada.
Después de 20 partidos sin perder, Cibao FC sufrió transformaciones en su plantel. El caso de Iván Pérez, operado de una rodilla, la ausencia en varios encuentros de Johnny Angulo que en un juego fue herido en la cabeza, son algunos de los obstáculos que en algún momento pusieron su fanaticada a dudar y obligó la maquinaria naranja a hacer ajustes de lugar.
Aun así, este equipo tuvo que remontar una semifinal ante su archirrival Atlético Pantoja, viniendo de un 0-2, a un marcador global 4-2, para luego enfrentarse en la final al envalentonado equipo de La Vega dirigido por Edward –Beba- Acevedo, ex jugador de Cibao FC, quien conoce las debilidades del equipo rival, y que no había perdido al frente de esta tropa hasta el último día.
El torneo terminó alto. Se definió en los minutos finales como guion de película. La Vega fue un digno rival que merecía el triunfo y que no se va con las manos vacías. Este resultado los coloca por primera vez en los torneos internacionales donde participa la Liga Dominicana de Fútbol (LDF).
Al final Cibao FC es campeón, pero más allá de aplaudir a cada responsable de este éxito, de por fin colocar una segunda estrella al logo con el monumento, debemos felicitar a todos los que dieron vida al torneo.
Definitivamente este ha sido el mejor evento que ha montado la LDF, y todos los que amamos el fútbol debemos estar agradecidos.
Ahora solo nos queda ver una vara que ha quedado muy alta y desde ya comenzar a trabajar para el año 2022.
Felicidades a todos los amantes del fútbol que disfrutaron a plenitud este banquete.
