Hemos considerado retomar esta columna en virtud de la contaminación vial y el estrés que genera la misma. En estas últimas dos semanas todos hemos estamos directa o indirectamente afectados por el caos generado, lo que nos reafirma la necesidad de retomar el tema. Al salir a las calles y ver la forma caótica en que se desenvuelve el tránsito vehicular, especialmente en nuestra ciudad capital, te das cuenta de que ya iniciaron las clases en los centros educativos. El estrés generado por esta causa, a todos aquellos que tienen que salir a trabajar y dejar sus hijos en el lugar que corresponde, se ha convertido en una especie de costumbre. Pero, resulta que el mismo manifestado en la cotidianidad es fuente generadora de muchos trastornos de salud, dada la prisa con que van todos. Esto va mermando el desarrollo del día a día, el cual afecta sin importar la edad en una familia, generando consecuencias que muchas veces tienen repercusiones muy dañinas a corto y largo plazo.
Una de las características de Por Tu Familia es advertir y velar ante todo evento nocivo para el desarrollo armónico de los que cohabitan en un hogar, dentro del cual es donde debemos, como en ningún otro, buscar equilibrio a través del cual la salud mental de sus miembros esté cuidada. Empezar ordenando el tiempo es base principal para evitar todo lo señalado anteriormente. Desde ya, tomemos en cuenta que el desorden en este es el causante de todos los inconvenientes en manejo del día a día. Cosas tan pequeñas y sencillas como, por ejemplo, en el caso de los niños pequeños, acordar horarios para acostarse, seleccionar la ropa completa con revisión de útiles para el próximo día la noche antes, permiten optimizar en las mañanas este espacio, con lo que se evita, al levantarse, para lo cual también se debe establecer un horario que permita a todos los miembros estar listos y no iniciar el día cargados de ansiedad ante cualquier situación que se pueda dar. Si tienes claro, y más ahora con una serie de herramientas de navegación las cuales permiten determinar el tiempo casi exacto para desplazarse, que te lleva, por decir, quince minutos, salir diez antes, no puedes pretender llegar a tiempo. Esto no solamente te afecta a ti, sino que repercuta en todos aquellos que, igual que tú transitan por las calles, quienes no cuentan ni con tu misma “prisa”.

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