“Evitar la pelea es una señal de honor;solo los necios insisten en pelear.”
(Proverbios 20:3) “Si es posible, en cuanto de ustedes dependa, estén en paz con todos los hombres.” (Romanos 12:18)

Parecería una utopía en este momento pretender buscar paz y hallarla. Ni siquiera dentro de los hogares, donde vemos actos de violencia intrafamiliar a niveles jamás imaginados.

Transitando por la calle hacia el aeropuerto y los inconvenientes encontrados en el trayecto, generó el cambio de tema para esta semana, dadas las dificultades, desatinos, actitudes de imprudencia y agresividad de los conductores. Como vemos, ambas citas bíblicas, nos invitan y exhortan a evitar los conflictos y agresiones, los cuales en nuestras calles se han convertido en una cotidianidad para todos aquellos que andamos en ellas.

Se habla por lo general de la posición que tenemos a nivel regional y mundial en pérdidas de vida por accidentes de tránsito, y eso que no se señalan las secuelas a nivel físico en aquellos que no pierden la vida, pero si quedan con condiciones y discapacidades graves a veces permanentes, imposibilitando volver a la vida que tenían antes, cosa esta que afecta a los demás miembros de su familia, sumado esto los daños emocionales, los cuales en ocasiones son mayores que los citados.

Cada día necesitamos transportarnos de un lugar a otro, tanto en calles como carreteras, en un país donde aun falta mucho para tener medios de transporte públicos adecuados especialmente en la ciudad capital. Salir a la calle para dirigirte a tu trabajo, llevar a tus hijos a la escuela, o cualquier actividad, es un ente generador de angustia, ya que los que nos rodean parecieren salir a las calles a buscar a alguien para agredirlo. Los que son grandes, como autobuses y camiones, parecen “asesinos sueltos”, título este que hace unos años llevó un artículo publicado por quien escribe; las motocicletas están presentes en casi todos los problemas de tránsito que se ocasionan en el país, no tienen ni derecha ni izquierda, circulando de forma tal que luce como si estuvieran en una selva, donde predomina “sálvese quien pueda”; y, esto sin mencionar los que andan en vehículos pequeños, como nueva modalidad nuestra, especialmente jóvenes atravesándose de igual manera.

Tu como ciudadano, que esperas para colaborar a resolver esta situación que enferma, sube la presión arterial, azúcares, y otras tantas que traen consecuencias de grandes trastornos cardiovasculares, por la permanencia de agresión y amenaza en tu diario vivir.

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