El Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), es una institución responsable en manejo, distribución y administración del agua potable en gran parte del territorio, pero esta misión perdió interés para funcionarios y ciudadanos resignados, porque su real función parecía haberse perdido.

Sin embargo, siguiendo publicaciones y las nuevas dinámicas de gestión de la administración que encabeza el presidente Luis Abinader, vemos cómo ha impactado positivamente esta institución, con resultados visibles en el corto plazo y una preocupación marcadamente alentadora.

Un servicio de agua potable que llene los requisitos de calidad, pureza y constancia, es un anhelo de la población, porque la vida sin agua se torna difícil, no solo para los ciudadanos que la consumen, sino para los servicios de salud, higiene y la economía de la nación.

La designación de Wellington Arnaud Bisonó en INAPA, ha sido como una inyección de salud al sector, pues su preocupación ha puesto en evidencia que, cuando se quiere se puede y, como decía don Pepe Justiniano, “el agua es vida”. La solución inmediata de problemas sencillos, la promesa de obras que retornen a los ciudadanos este importante derecho, es una muestra contundente de que la voluntad política es poderosa y decisiva. Este funcionario, proactivo, parece no escatima esfuerzos. Ha recorrido en poco tiempo las tres regiones del país donde opera la institución, levantando las informaciones necesarias para convertir en realidad esas soluciones reclamadas por años.

Cuando hay agua potable, se logra una nación más saludable, disminuyen enfermedades recurrentes como paludismo, difteria, estomacales y otras patologías comunes, traduciéndose en menor cantidad vacunas, ocupación hospitalaria, medicina preventiva y curativa. Más, en una buena fuente de recaudación importante.

El país requiere de acciones que devuelvan la confianza al ciudadano, que inspiren la producción y la voluntad de servicio, para que la economía retome su curso y volvamos a vivir en paz, en salud, sin miedo y con algo más de fe. Ojalá otros sigan este ejemplo.

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