Es más sabio el que sabe poco y lo usa bien, que el que sabe demasiado y aplica muy poco. La Biblia enseña: “el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado”. Dios siempre hará su buena obra contigo, pero tú eres el instrumento para las maniobras. Abandona el papel de observador y conviértete en protagonista. Un luchador sabe que no puede detenerse ni rendirse aun cuando solo le queden Dios y su fe, que es justo “ese” el punto de partida de una nueva victoria.

Lo que ha de ser, será, por tanto, reconoce que no hay que alimentarse de emociones sino de verdades. Hoy aliméntate de amor y desintoxícate de rencillas y resentimientos, entonces el fracaso solo será un ave de paso.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas