La venganza nunca ha hecho feliz a los vengadores, la envidia nunca se satisface por más que dañe al otro, los celos destruyen la confianza antes que se afirme, los celosos suelen ser inseguros disfrazados, infelices maquillados de sensatez. Tampoco un murmurador y distorsionador de la moral ajena, no tiene paz ni seguridad, necesita rebajarte a su nivel, y que tal los que no pueden superarte y ponen trampas en tu vida para llevarte a su terreno. Ni hablar del indiscreto que necesita contar todo para hacer creer que maneja todo o está pegadito de alguien clave, no le importa generar contiendas o lacerar reputaciones. ¿Reconoces esto? Donde ellos están la felicidad huye, la paz se esfuma; Podemos hacer lo que queremos pero recuerda, habrá consecuencias, la libertad demanda gran responsabilidad.

Posted in Rosas para el alma

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