Creer es declararle la independencia al yo racional para vivir bajo la constitución divina. Génesis 15 describe el compromiso de Dios con Abraham: “No temas, te protegeré y voy a darte muchas riquezas”. Mira al cielo y sus muchas estrellas… ¿verdad que no puedes contarlas? Tampoco te será posible contar tus descendientes.
Abraham confió y hoy su descendencia ilumina las naciones, cada palabra se cumplió. Dios tiene milenios trabajando en la descendencia de quien pagó un alto precio para vivir tan compleja promesa. Por su causa millones continúan creyendo al Dios de Israel. Su mente se ensanchó, su corazón se engrandeció y su fe se elevó. Ese mismo Dios sigue ofreciéndote fidelidad, no ha cambiado, dale espacio a la fe y comprueba que su palabra es suelo a tus pies.