Cuando no somos quienes podemos, nos desgastamos más. Cuando no somos quienes debemos, nos desperdiciamos. La fuerza para todo lo que hacemos brota del interior y la vida espiritual es medular para alcanzar logros y capitalizar nuestra esencia. La guianza divina está a la distancia de un momento profundo y genuino. ¿Por qué contaminar tus profundidades? Desecha toda ira, frustración, desaliento, duda y la mentira en cualquier formato. Tenemos derecho a tener una mala temporada, pero el dolor no nos autoriza a tirar por la borda nuestra reputación o logros. Despídete del autosabotaje y abraza tu fe, Dios usará lo que eres para llevarte a lo que diseñó para ti, pero tu actitud determinará quién terminarás siendo. Recuerda: la oportunidad es esa nube que pasa mientras dudamos.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas