Por Estado se entiende la organización sociopolítica, entidad con poder soberano para gobernar y desempeñar funciones políticas, sociales y económicas dentro de una zona geográfica delimitada. No se debe confundir con país, nación o gobierno.
La noción de Estado está estrechamente ligada a la Razón de Estado, es decir, la primacía de los intereses del Estado sobre los intereses privados o sobre los intereses de otros Estados.
Y estado de excepción es cuando un país enfrenta una grave perturbación del orden público, el Gobierno tiene la potestad de declarar estado de emergencia, se trata de la suspensión de garantías constitucionales por un periodo determinado. Se debe a una condición temporal en la que se encuentra la nación.
Presidir un país requiere de entrega, sacrificio, trabajo y pensar por encima de ideas o ideología, en el interés general del conjunto de los dominicanos, eso que llamamos sentido de Estado, y que implica entre otras características, un respeto profundo al Estado de derecho de nuestra carta magna.
Cuando el presidente Luis Abinader en la Semana del lunes 28 extendió una invitación personal a los exmandatarios del país para tratar la “situación sin precedentes’’ que vive Haití.
Por encima de ideas o ideología en favor de los intereses del Estado y la preocupación del país, es actuar con sentido de Estado, y por eso expresó reunirse con ellos separados o juntos, a los fines de que puedan contribuir de manera separada ante la crítica situación del vecino país.
Pues se extiende que los aportes de los exmandatarios serían muy valiosos, y terminó diciendo que tenemos que tener una unidad nacional.
Un presidente al ejercer su autoridad que le concede el estado para unificar todo el país y al mismo tiempo dotar de todos los recursos suficientes al sistema para evitar su colapso.
Y en esos momentos es que más se tienen que tener sentido de Estado y todos los líderes del país deben demostrar ese interés nacional y aportar ideas en esa reunión sobre la situación de Haití, y darle seguimiento por el bien del país. Esa es la principal razón.
Aunque a veces con sus críticas, aprovechan y es natural querer capitalizar el momento. Y querer competir, y eso es democracia.
Ahora bien, el mundo ya no es igual al que conocimos hace meses, se enfrentan nuevos desafíos, que cada país tiene que saber lidiar, y mantener ese sentido de Estado, es la mejor garantía para hacer frente a los nuevos problemas.
Cualquier ciudadano, en el uso de su sentido común, puede comprender que hay temas que, por su relevancia para el Estado, deben ser tratados con discreción y, sobre todo, con consideración y no deben ser llevados a la plaza pública, aunque sea por razones de llamar la atención de la opinión pública.
Para terminar hoy día un gobierno, ya no es un instrumento del Estado, sino un instrumento del partido en el poder.