Está claro que Israel tiene derecho de defenderse, pero el anuncio de que tomará el control total de la Franja de Gaza es una declaración cuestionable, sobre todo, por la hambruna desatada desde que Israel bloqueara los suministros de comida a la franja. El hambre como estrategia militar es una práctica considerada como un genocidio. Es reprochable que EE.UU. otorgue un apoyo incondicional sin garantías de que los palestinos puedan comer y beber agua, con el objetivo de que los gazatíes abandonen ese territorio para no tener obstáculo para desarrollar esas tierras, lastimosamente el liderazgo árabe ya no tiene como prioridad la causa palestina.