A veces nos vemos precisados a abordar temas que en apariencia no forman parte de la agenda fundamental, la que, en el plano internacional, en estos días tiene que ver con el resultado de las elecciones en los Estados Unidos y la resistencia del presidente Donald Trump a aceptar su derrota frente al candidato demócrata, Joe Biden.
Y en el ámbito local hay temas que trascienden un día a día abrumador que nos presenta los mismos hechos, con los mismos personajes y casi los mismos matices.

Ante esta situación uno se ve obligado a abordar la tozudez de un personaje como el diputado reformista Pedro Botello, líder de una cruzada que está llamada al fracaso, pues se ha quedado solo en el camino.

¿Pero, qué de nuevo se puede decir de la cruzada de Botello en procura de lograr que las administradoras de fondos de pensiones (AFP) desembolsen el 30% de lo acumulado en beneficio de los trabajadores?

Nos parece que es muy poco, a no ser llamar la atención de las autoridades para que adopten las medidas urgentes, no para impedir las manifestaciones del legislador, las cuales están dentro del marco de los derechos constitucionales, pero sí para obligarle a no poner en peligro la salud de quienes se dejan utilizar participando en esas movilizaciones inútiles.

Y su Partido Reformista Social Cristiano ya debería de advertirle que pare esos movimientos que al estar condenados al fracaso pudieran arrastrar también el crédito de esa formación política.

Advertirle que pare eso ya, pues si no se pudo lograr en el momento en que hubo una fuerte corriente de opinión favorable, mucho menos en las actuales circunstancias, cuando la coyuntura general del país está muy lejos de favorecer ese reclamo.

Y conste que todos resultaríamos beneficiados recibiendo unos pesos adelantados, pero sería a costa de debilitar un sistema que necesita ser fortalecido para que pueda cumplir su rol, es decir, proveer en el futuro pensiones dignas a los afiliados.

En una de las recientes manifestaciones del diputado se levantó un sondeo entre los participantes, y el resultado arrojado fue que había 55 participantes, de los cuales el 30% lo representaban personas que no estaban afiliadas a ninguna AFP, unos carecían de cédulas y otros estaban allí por pura curiosidad.

Es decir, que las manifestaciones del legislador, por un lado, han dejado de tener sentido, y por otro son una evidente necedad.
Y peor aún, pueden convertirse en una aliada eficaz para que más personas terminen contagiadas con COVID-19, de lo cual el único responsable será el diputado en cuestión.

¡Paren a Botello antes de que sus manifestaciones terminen convertidas en un aliado de la pandemia!

Posted in Visión Global

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas