Los planes transformadores del Ministerio van en la dirección de que se discuta una reforma a la Ley 87-01

El ministro de Trabajo de República Dominicana, Luis Miguel De Camps, dijo ayer que se propone realizar la transformación de la propia institución para que sea el Ministerio de Empleos y no un lugar donde se van a dilucidar diferencias entre empleados y patronos. “Debe ser uno de protección social, de desarrollo social y de seguridad social”, sostuvo.

El funcionario expresó que uno de los proyectos transformadores que tiene la institución a su cargo es el de retomar las discusiones respecto a la reforma del Código de Trabajo, que debe comprender –adicionalmente- la revisión o reforma de la Ley de Seguridad Social.

“Una cosa afecta la otra y esa otra afecta la una, porque están interconectadas”, planteó el funcionario, en una entrevista especial para el periódico elCaribe y CDN, Canal 37. Sin embargo, Decamps tiene claro que nadie vive en el mundo ideal y que la cantidad de intereses que tanto una ley como la otra involucran, manda que sean atendidas de manera separadas (las reformas o modificaciones).

Para sustentar su planteamiento sobre la necesidad de mejorar el Código de trabajo, De Camps citó varios ejemplos puntuales. Uno de ellos se refiere a la cantidad elevada de procesos judiciales que existen en República Dominicana por diferendos entre trabajadores y empleadores. Atribuyó eso, en gran parte, a que los procesos de conciliación, que deberían suceder entre trabajadores y empleadores cuando hay diferencias están judicializados. “Y cuando usted judicializa un diferendo, aunque supuestamente hay un proceso de conciliación y cada parte tiene su representante o abogado, ya hay intereses dentro de los intereses, porque los abogados necesitan hacer su trabajo”, explicó.

Plantea que esa búsqueda de soluciones debería ser extrajudicial (hacerse en el Ministerio de Trabajo, vía la Dirección de Mediación) y que si no hay acuerdo, “entonces para eso están los tribunales”.

Sobre otros temas -como la cesantía y demás- considerando que esa discusión tiene que darse en el diálogo tripartido, en el que el sector gubernamental funge hasta cierto grado como mediador (aunque puede hacer propuestas) De Camps plantea que sea dejado a esa discusión (al diálogo tripartido) y que el Ministerio no se aventure a fijar una posición al respecto. “Lo que sí debo decir es que es cualquier decisión que se tome debe respetar siempre los derechos adquiridos por los trabajadores”, advirtió.

En noviembre, el Ministerio concluyó un proceso de consulta, que inició en el Consejo Consultivo del Trabajo, de la que surgió la resolución sobre teletrabajo, tomando como obligación de marco del Código de Trabajo vigente, que tiene tres décadas y que amerita una revisión.

“Sobre el teletrabajo, que se pensaba que en una reforma al Código de Trabajo duraría media década en aplicarse, en cuestión de meses tuvo que incorporarse en todo el mundo y en República Dominicana”, expresó De Camps, en referencia al hecho de que la pandemia de Covid-19 empujó a que esa modalidad de trabajo se aplicara a la carrera.

Una de las áreas de mayor enfoque para Luis Miguel De Camps es el empleo. De hecho trabaja un proyecto que fomente la mano de obra dominicana en las áreas de construcción y agricultura. Es algo que tratará de que esté listo el año próximo.

La actual gestión está trabajando en la modificación del Sistema Integrado de Registro Laboral (planilla) para que por vía de esa plataforma las empresas puedan ir informando en tiempo real al ministerio sobre las vacancias o vacantes que tienen y lo que necesitarán en un tiempo equis. El Ministerio, de su lado, con la base de datos irá evaluando, junto al Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) y otros organismos, el tipo de capacitación que se requerirá, en función de la demanda que presente el mercado nacional.

“La institución debe ser conocida por la población como una entidad que ayuda a encontrar empleo, que ayuda al empleador a encontrar trabajadores calificados y que ayuda a canalizar las necesidades futuras para la capacitación del recurso humano”, dijo De Camps, respondiendo a preguntas formuladas por el director de elCaribe, Osvaldo Santana, quien dirigió la entrevista. Por el diario participó también Héctor Marte, jefe de Redacción de Apertura, y el autor de este escrito.

El ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps conversó ampliamente con Héctor Marte Pérez, Osvaldo Santana y Martín Polanco.

Llegó con la crisis

A De Camps le ha tocado encabezar el Ministerio de Trabajo en una coyuntura difícil, en medio de la pandemia de Covid-19. Una crisis sanitaria que ha tocado fibras sensibles de la economía, que ha provocado pérdidas y suspensiones de empleos en distintas actividades productivas del país y de la que se desconoce cuándo acabará. Por suerte, según los números que maneja el funcionario, las suspensiones de trabajadores han bajado en más de 200 mil, porque la mayoría de los suspendidos ha retornado a sus puestos. Quedan aproximadamente 177 mil trabajadores en suspensión.

Cuando De Camps asumió las riendas del ministerio, en agosto de este año, había entre 370 mil y 380 mil en Fase I. El descenso, en el número de empleados suspendidos, según sus explicaciones, se debió a la reactivación económica impulsado por el Gobierno en poco más de tres meses. De hecho, en zonas francas las suspensiones están por debajo de 10 mil personas (unas 8,000, según De Camps).

“Eso es fácilmente comprobable, porque en la medida que los trabajadores en Fase I han ido bajando, han ido subiendo los de Fase II, de una manera casi proporcional. El Presidente ha hecho hincapié en áreas fundamentales, como el turismo y otras”, apuntó. Cuando Luis Miguel De Camps habla de Fase, se refiere al Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado, que es un programa de apoyo transitorio para los trabajadores formales del sector privado, que incluye una transferencia monetaria, con el objetivo de contrarrestar los efectos económicos de las medidas tomadas para frenar el avance del Covid-19.

Fase I es una subvención para los trabajadores cuyas empresas están cotizando por sus trabajadores a la Tesorería de la Seguridad Social y han cerrado sus operaciones por la menor actividad económica en la crisis sanitaria. Fase 2 es para los trabajadores de empresas manufactureras y micro, medianas y pequeñas empresas que continúen operando.

Tiene amplia formación; el derecho de negocios

Luis Miguel De Camps es abogado. Realizó estudios universitarios en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), donde se graduó con honores académicos. Cursó una maestría en Georgetown University en Washington D.C., EE.UU (Master of Laws), con especialización en Derecho de Negocios; y estudios de postgrado en Harvard University, Massachussets, Estados Unidos, enfocado en Negociación y Resolución de Conflictos. Laboró en Nueva York, como abogado internacional en la firma Fox Horan & Camerini LLP, donde se especializó en estructuras corporativas, regulaciones financieras estadounidenses e internacionales.

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