Diez definiciones de Cuaresma

IEs un tiempo propicio para la vida del espíritu“La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración…

I
Es un tiempo propicio para la vida del espíritu
“La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia”. (Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2017).

II
Es un tiempo propicio para abrir la puerta al necesitado
“Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo. Cada uno de nosotros los encontramos en nuestro camino. Cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor. La Palabra de Dios nos ayuda a abrir los ojos para acoger la vida y amarla, sobre todo cuando es débil. Pero para hacer esto hay que tomar en serio también lo que el Evangelio nos revela acerca del hombre rico”. (Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2017).

III
Es un tiempo propicio para renovarse
“La Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo. El Señor que en los cuarenta días que pasó en el desierto venció los engaños del Tentador nos muestra el camino a seguir”. (Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2017).

IV
La Cuaresma es un llamado a la austeridad
“La Cuaresma tiene un sabor a austeridad. La austeridad es también una palabra que cobra mucha actualidad en tiempos de inflación. El mundo de hoy necesita una gran Cuaresma: una gran capacidad de control de sus bienes. Se despilfarra. Suenan trompetas clamando que se ahorre. Un país acostumbrado “al sabor cuaresmal” hubiera aceptado más fácilmente ese grito.
La austeridad pedida en la Cuaresma a los creyentes denuncia la inflación, el despilfarro, la cómoda abundancia de bienes en manos de unos pocos frente a la carencia de la mayoría” (En mi libro “Para vivir la Cuaresma”, Cap.1).

V
La Cuaresma es un tiempo de conversión
“La Cuaresma es un tiempo de conversión, de cambio. Se debe rehacer el camino equivocado o erróneo. Caminos desviados en el orden personal, familiar o social. Una de las posibilidades dadas al hombre es la de poder enmendar sus pasos.
El cambio pedido en la Cuaresma denuncia toda la conducta individual corrupta o viciosa, todo desorden familiar, toda justicia o mal social. Y extiende de nuevo una invitación para que se acepte que algo no anda bien en el mundo y que son necesarios cambios” (Idem).

VI
La Cuaresma es una llamada a la solidaridad
“La Cuaresma es una llamada a la solidaridad. Un mundo que se cierra sobre sí mismo no comprende esta palabra. Un hombre o una mujer que solo recibe golpes de otros hombres o mujeres tiene dificultad en aceptar la dimensión humana del amor.
La solidaridad pedida en la Cuaresma y la actitud de compartir denuncia todo egoísmo personal o toda ideología o sistema que impide la finalidad primera de los bienes: su destino Universal”. (Idem).

VII
La Cuaresma es un tiempo de disciplina
“La Cuaresma convoca a la práctica del ayuno y de la abstinencia. Muestra la necesidad del control en las comidas o en las bebidas y recuerda los efectos benéficos, físicos, psicológicos y espirituales de una disciplina o régimen alimenticio, que no sea necesariamente por razones médicas.

Cuando se practica el ayuno y la abstinencia, o dicho de otra manera, cuando se disciplina la alimentación de manera sistemática, se evita la obesidad (que es un mal de la época), se mejora la salud en todos los órdenes y no hay que acudir a médicos para que indiquen dietas o caminatas para rebajar el exceso de peso debido, en muchos casos, a la falta de control en las comidas. De ahí que: ayuna y ayuda con lo que ahorras en tus ayunos. Tendrás mejor salud y darás de comer a otros”. (Idem).

VIII
La Cuaresma es tiempo para ponerse frente a Dios
“La Cuaresma coloca a cada hombre frente al absoluto, frente a Dios, en igual medida coloca a cada grupo humano frente a Él. Ante esta perspectiva todo queda jerarquizado y cada cosa deberá ocupar el lugar que le corresponde.

El encuentro con un Dios personal pedido en la Cuaresma denuncia todo exceso. Denuncia cuando se ha hecho del placer, del poder o del dinero nuevos dioses, ídolos a quienes se rinde culto.

Se puede pasar junto a ella ignorándola o cerrando los oídos a su palabra, pero es indiscutible que cualquier aspecto del mensaje de la Cuaresma encierra siempre la denuncia de situaciones, males o desviaciones muy concretas y es una invitación a seguir valores y virtudes o volver a ellos, si se han dejado de lado” (Idem.).

Practicada por Moisés y Elías en tiempos del Antiguo Testamento y asumida por Cristo antes de comenzar su misión, la Cuaresma” (que significa “cuarenta”, cuarenta días o cuarenta años) es una escuela que forja hombres e historia” (Idem).

IX
La Cuaresma es un tiempo de entrenamiento
“La Cuaresma nos invita a “entrenarnos” espiritualmente, también mediante la práctica de la limosna, para crecer en la caridad y reconocer en los pobres a Cristo mismo. Los Hechos de los Apóstoles cuentan que el Apóstol San Pedro dijo al hombre tullido que le pidió limosna en la entrada del templo: “No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te lo doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno, echa a andar” (Hch 3, 6) (Papa Benedicto XVI, en mi libro “Para vivir la Cuaresma”, Cap.7).

X
El tiempo de cuaresma es un tiempo de esperanza
“En Cuaresma, invitamos al que dejó atrás sus principios morales y sus valores a volver a ellos y al que es bueno a que sea mejor.

El tiempo de Cuaresma es así un tiempo de esperanza y una afirmación renovada de que el mundo va de menos a más, de malo a mejor, en ascensión continua, de victoria en victoria. Por eso, la Cuaresma no termina en Viernes Santo, sino en Domingo de Resurrección”.

Conclusión
CERTIFICO que mis definiciones de la Cuaresma han sido tomadas textualmente del Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2017 y de mi libro “Para vivir la Cuaresma”, del año 2014.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros a los diez (10) días del mes de marzo del año del Señor dos mil diecisiete (2017).

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