“Aquí tenemos que ajustar las instituciones agropecuarias”

El director del Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Coniaf), Juan Manuel Chávez, asegura que es urgente y necesario reconvertir el sector agropecuario para lograr enfrentar un paquete de desafíos a nivel global

El funcionario asegura que el país pasa por mal momento en lo que respecta a transferencia tecnológica

El director del Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Coniaf), Juan Manuel Chávez, asegura que es urgente y necesario reconvertir el sector agropecuario para lograr enfrentar un paquete de desafíos a nivel global. Uno de esos desafíos es el crecimiento poblacional. En una entrevista con elCaribe, plantea que en República Dominicana y Haití el incremento poblacional que se tenía proyectado para 2050 estará llegando mucho antes, en el 2030. “Vamos a ser 25 millones de personas y quiérase o no tenemos que planificar para ambos países. Obviamente, esas transiciones no se hacen en dos días”, sostiene.

¿Qué podemos ir haciendo?
Hay algunos desafíos de esos que podemos convertir en oportunidades. Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en su estudio de 2016, decía que nosotros en el área estamos consiguiendo entre un 50 y un 60% del potencial de las variedades. Eso es una oportunidad, porque ahí hay espacio para mejorar.

¿Se requiere usar más tecnología?
Tenemos que mejorar la transferencia de tecnología. Aquí estamos en un mal momento en eso. La demanda de productos no solo viene dada por el crecimiento poblacional, sino que se prevé, además, que habrá un incremento del poder adquisitivo de la gente, de los demandantes, de la población mundial. Por ende, se va a necesitar de mucho más productos, en mejores condiciones y en mejores modelos de producción. El modelo orgánico tiene mucho futuro y el bio-dinámico, porque con el conocimiento viene la demanda. El cliente generalmente demanda productos mejor producidos, en mejores condiciones y más baratos.

¿En adición a trabajar con productos orgánicos, que más se requiere para lograr la reconversión agrícola?
Hay un paquete de cosas que podemos y debemos hacer. El enfoque principal nuestro debe de ser aumentar productividad y por eso tenemos que ajustar todas las instituciones del sector agropecuario. El término productividad hoy, no es el de la Real Academia hace 40 años. No estamos hablando de producción por unidad de superficie; estamos hablando ya de -por lo menos- duplicar la producción y reducir el uso de insumos y hacerlo de forma sostenible. Ya productividad incluye todo eso. Entonces, tenemos que hacerlo para duplicar la productividad y hacerlo de forma ambientalmente sostenible.

Además de eso hay un problema serio que tenemos que enfrentar. Uno de los más difíciles es el de la asociatividad. El sector productivo nacional es muy dejado al fortalecimiento institucional de sus organizaciones y eso tenemos que trabajarlo seriamente para hacer volumen y para poder lograr capacitación conjunta y transformar, que es uno de los ejes principales… la transformación de los productos. Tenemos que agregar valor hoy día.

Tenemos una balanza comercial con Centroamérica de más de 300 millones de dólares al año, comprando latas. Eso no es posible, necesitamos transformar nuestros productos y tenemos iniciativas escritas desde el Coniaf.

¿Puede el Estado hacerlo solo?
No. Solo no es posible. Incluso, se hizo una iniciativa con planteamientos claros de que inversionistas privados entrarían con nosotros en un joint venture (alianza estratégica o proyecto conjunto), de tal manera que en cada regional del país se establezcan entidades similares al Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI) y a Mercadom, que existen en la capital dominicana, y de ahí se puedan depurar los productos que pueden exportarse y los que se pueden comercializar localmente, con la disponibilidad y la demanda que existe.

El propio Estado demanda mucho a través de diversas instituciones. ¿Cómo aprovechar esa ventaja?
Ciertamente, se demanda el alimento para las escuelas, en las cárceles, los hospitales (…). Esas son cosas que debemos incorporar ya en un cien por ciento para que la demanda de productos nacionales incremente. Tenemos que hacer la publicidad del producto nacional, que tiene todas las condiciones, entre ellos sabor. Son productos particulares que lo demandan en todo el mundo. Tenemos que aprovechar ese tipo de cosas y tenemos que empezar aprovechándolas internamente.

¿Qué tanto tiene el país que pisar el acelerador para irse poniendo acorde con todo eso que usted plantea?
Es una decisión del Estado. Si el Estado toma las decisiones el sector privado va a caminar detrás de él, porque hay negocio en esto. Se necesita eso ya. Verdaderamente estamos retrasados. Ya para el año 2010 los competidores nuestros, en el Tratado de Libre Comercio, habían hecho revisión de sus leyes. No es que habían hecho las leyes, sino revisión de sus leyes sobre reconversión del sector agropecuario. Sin embargo, nosotros estamos retrasados. Tenemos que llevar al campo programas de innovaciones tecnológicas. La asociatividad no es solo conformar las cooperativas, sino que tenemos que darles acompañamiento. Hay instituciones creadas para eso. Entonces nosotros (el sector de capacitación) tenemos que hacer nuestro trabajo.

¿Tenemos que apostar mucho más a los subproductos, incluso, con visión exportadora?
Claro que sí. Nosotros perdemos un 30% de productos que no podemos exportar por ataques de plagas y enfermedades. Ese 30% nosotros tenemos que transformarlo. Aquí tenemos ejemplos de transformación, grandes empresas como la Rica y Macapi, que están exportando a 16 y 20 países. Aquí hay productos que no se conocen en la canasta local porque los están produciendo para exportar, porque se han preocupado por la transformación. Esa es la ventaja que tiene el cacao, donde se empezó de atrás para alante y ha dado resultados extraordinarios. En el renglón de cacao primero se enfocaron en la transformación, una de las últimas etapas de la cadena.

Basta ya de llegar a un sitio y que a usted le brinden un té frío, cuando al lado del hogar donde le están brindando ese té hay una mata a la que se les caen las naranjas. Eso no es posible. No es posible que sigamos perdiendo los mangos que se pierden en este país y los aguacates porque no les damos el valor que tenemos que darles.

Este año 2018 fue declarado de Fomento a las Exportaciones ¿Qué podemos esperar de eso?
En 2017 hubo un decreto que fue acompañado de iniciativas. Me refiero a la declaratoria de Año del Desarrollo Agroforestal. Quedé satisfecho porque se armó un paquete de iniciativas y el Presidente personalmente le da seguimiento. Ahora esperamos que se haga lo mismo, que haya un paquete de iniciativas para exportar y generar divisas para el pueblo.

Organismos del agro
Aquí hay que revisar primero todo el andamiaje legislativo. Las instituciones nuestras hay que fortalecerlas. Eso hicieron en otros países”.

¿Funciona?
Al Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre) hay que convertirlo en una institución de agronegocios, que pueda hacer mejor trabajo”.

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