Si cada uno de los 28,281 pequeños productores que han recibido títulos de propiedad del Estado en los últimos seis años tuviera que hacer gestiones por cuenta propia para obtener el documento, tendría que gastar unos 50 mil pesos (si se trata de un solar) y entre 70 y 80 mil si se trata de una parcela.

Pero los títulos les salen gratis a los beneficiarios, porque el Estado se encarga de la gestión que implica conseguir toda la información y coordenadas del bien hasta llegar a la conformación misma del documento. Quiere decir que de manera consolidada el Gobierno ha ahorrado a los dueños de tierras de la reforma RD$1,696.86 millones por concepto titulación entre agosto del año 2012 y julio del año 2018.

A esa conclusión se llega si se hace un cálculo de unos 60 mil pesos por título, multiplicados por la cantidad que hasta ahora se ha logrado de la meta global.

Esa meta, que tiene la Comisión Permanente de Titulación de Terrenos del Estado (CPTTE), es de entregar 50,000 títulos, contando desde el año 2012 hasta el 2020.

De acuerdo con estadísticas ofrecidas a elCaribe por el director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), Emilio Toribio Olivo, la proporción de los títulos entregados por género es la siguiente: el 48% de ellos corresponde a mujeres (madres solteras, mujeres solteras, casadas, en unión libre y copropietaria de los predios) y el restante a hombres. De los certificados entregados, más de 19 mil corresponden a instrucciones dadas por el presidente Danilo Medina en las visitas sorpresa que realiza a las zonas de producción, especialmente el día domingo de cada semana.

Quien titula es el IAD, pero la comisión es quien realiza el proceso técnico de deslinde, de apoyo jurídico, y de otros pasos que deben darse. Luego que se realiza el levantamiento de deslinde, se hace un censo social con cada productor, parcelero o dueño del solar y luego de ese censo social se elabora el expediente completo para hacer el acto de donación.

La primera entrega de títulos del actual Gobierno se hizo el año 2015, en Baní, provincia Peravia con una cantidad de 510, según los registros del IAD. Antes de que un título llegue al beneficiario final se agota un proceso del que no siempre se entera el receptor del documento. Lo primero que hace el Instituto Agrario es determinar y dejar claro que la propiedad que se va a titular está a su nombre, que haya sido un asentamiento formal (que se haya registrado con todos los parceleros y otros puntos a incluir) y a partir de ahí se hace un saneamiento, actualizando todas las informaciones y verificando los que han tenido procesos normales manteniendo su parte productiva. A partir de ahí, si hay gente que tiene que hacer declaratoria de herederos, o de gente que ha traspasado sus tierras a otros, el IAD lo que hace es que los oficializa a ellos como parceleros formales, les entrega su parte provisional, les hace su expediente y a partir de ahí viene el otro proceso de ponerlo en el conjunto para ser titulado junto con la comisión.

El Gobierno solo está titulando al pequeño y mediano productor con sus parcelas y solares y en el caso, por ejemplo, de aquellas empresas que con el tiempo han ido comprando terrenos a parceleros, éstos tienen que buscar otra forma de titularse, siempre y cuando puedan demostrar que esa propiedad la obtuvieron de manera lícita o legal.

“Lo que hemos tomado como prioridad es que la titulación definitiva se haga con los asentamientos y tierras que están a nombre del IAD. Eso permite agilizar el proceso con la comisión y es mucho más ágil. A partir de ahí lo que se hace es definir con la comisión el inicio de los trabajos”, indica Toribio Olivo.

El IAD está trabajando con otras instituciones para que hagan –vía un poder que otorga el Presidente- un traspaso de esas tierras al IAD. El CEA ha traspasado terrenos y lo ha hecho también Bienes Nacionales.

Toribio Olivo aprovecha el diálogo con elCaribe para asegurar que con la entrega de los certificados definitivos el presidente Danilo Medina tiene como objetivo convertir a la República Dominicana en un país de propietarios, con todas las garantías que eso representa. “Un título otorga seguridad jurídica, acceso al crédito. Con la obtención de un título aumenta el valor de los predios”, indica. Informó que en el país hay 101 cooperativas agropecuarias estructuradas e incorporadas y otras 23 están en proceso. “Además, estamos fomentando la formación de asociaciones de productores en todos los campos del país, con un tal de 146 hasta el momento.

Un productor que no ve sacrificado su tiempo

A menudo la gente se pregunta cuál es la parte costosa de la gestión para tener un título de propiedad. El director del IAD asegura que los dos puntos de mayor costo tienen que ver con el deslinde y la parte legal. A eso hay que agregar el tiempo que se gasta, un tiempo que tiene gran valor, si ese elemento se fuera a cuantificar. Todo eso, en lo que respecta al tema en cuestión, está cubierto por el Estado, lo que indica que el pequeño y mediano productor no tiene que incurrir en ningún gasto económico o sacrificio de su bolsillo.

Sumatoria de agencias para seguir un trayecto

La comisión que trabaja la titulación, que es la rectora del programa, está conformada por el Instituto Nacional de la Vivienda, Bienes Nacionales, Consejo Estatal del Azúcar, el propio IAD y otras agencias estatales. Una vez iniciado el proceso con cada parcelero para dotarlo del aval o garantía que representa el título, todo queda listo en menos de cinco meses. Quiere decir, que en ese tiempo tiene el título en sus manos, según indica el IAD.

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