Un informe del BID plantea que si la epidemia del coronavirus se prolonga por nueve meses en República Dominicana el turismo reportaría una reducción de alrededor 30% de los ingresos por al cierre de 2020, equivalente a un 2.3% del PIB.

Al analizar las pérdidas de ingresos por turismo como porcentaje del PIB, el estudio expone que el choque negativo al turismo tendría “efectos de segundo orden en la agricultura, la manufactura, la construcción y los servicios”.

“El sector turístico adquiere 45% de sus insumos de proveedores locales y emplea unas 728,500 personas directa e indirectamente, equivalente a 16% del empleo total. Se estima que actualmente un 80-90% de los trabajadores formales del turismo se encuentran suspendidos, unas 288,000-324,000 personas”, indica el estudio “El impacto del COVID-19 en las Economías de la región”, en el capítulo dedicado a la República Dominicana.

En el análisis comercial, al BID dice que Estados Unidos es el principal socio comercial dominicano, fuente de 41% de las importaciones totales del país; 32% de las importaciones de bienes de capital, 42% de los bienes de consumo y 44% de las materias primas. Destaca, además, que un 55% de las exportaciones dominicanas se destinan a EE. UU, mayormente implementos médicos, productos de tabaco, ropa y textiles y aparatos eléctricos ligeros. Las importaciones desde China ascienden a 15% del total, pero representan un 32% de las importaciones de bienes de capital (equipos eléctricos, de telecomunicación, monitores y proyectores, semiconductores, maquinarias y aparatos mecánicos, computadoras, motores y turbinas).

Enfoca el aspecto de los envíos y dice que las remesas representan 8% del PIB y provienen en un 77% de EE. UU. “Alrededor de un 17% de los hogares recibe remesas, y representan en promedio un 8% del ingreso de los hogares. Se estima que una caída de 0.5% del PIB de EE. UU. conllevaría una reducción de 0.7% en las remesas recibidas”, expresa.

Impacto en el comercio exterior

En el análisis de los términos de intercambio dice que las exportaciones de oro ascienden a 14% del total de exportaciones de bienes y la factura petrolera equivale a 17% de las importaciones totales. Con un precio del petróleo promedio de US$30 por barril en el año, la economía generaría ahorros internos en alrededor de US$1,950MM. En cambio, el aumento del precio del oro a US$1,600-1,700 por onza implicaría aumentos de 15-20% de los ingresos de divisas.

Precisa que el impacto directo en el balance neto del sector externo dependerá de la suma de los efectos del petróleo y el oro en relación con los cambios en los ingresos por turismo. En conjunto, las importaciones de petróleo y las exportaciones de oro representan aproximadamente el 70% del valor de los ingresos por turismo, lo que significa estos tendrían que caer un 30% más de lo que mejoran los precios del oro y el crudo para llegar a un impacto neutral.

Precios del petróleo y oro compensarían turismo

El BID estima en su estudio que un precio promedio del petróleo de US$30 por barril (equivalente a una reducción de 50% respecto a lo presupuestado) y precios del oro promedio de US$1,500 o US$1600 (superior en 8 y 15% a lo presupuestado, respectivamente) producirían un impacto neutral o ligeramente positivo en la cuenta corriente de la balanza de pagos, siempre y cuando los ingresos por turismo no se reduzcan más de un 30% (equivalente a las pérdidas estimadas para 9 meses en el escenario medio), de duración de la epidemia del COVID-19.

Posted in Destacado, DineroEtiquetas

Más de destacado

Más leídas de destacado

Las Más leídas