Durante el pasado año 2021 la administración y gestión institucional mostró un “bajo nivel de coordinación interdepartamental a lo interno de las instituciones” estatales, según un informe oficial.
Por esa baja coordinación a lo interior de las instituciones oficiales hubo retrasos en los procesos administrativos, de compra, gestión de personal, entre otros, dice el informe “Evaluación Anual del Desempeño Presupuestario Período 2021”, colgado por la Dirección General de Presupuesto (Digepres) en su portal.

En un resumen ejecutivo del informe se inserta un compendio de los principales hallazgos de la evaluación y un listado de las instituciones oficiales que para el período analizado no hicieron autoevaluación de su desempeño presupuestario.

Sobre el bajo nivel de coordinación interdepartamental a lo interno de las instituciones expresa que “esta debilidad es potencialmente evidenciable en los programas orientado a resultados”. Cita, entre otras situaciojnes:

– El incremento de modificaciones presupuestarias que afectan productos cuestiona la correcta vinculación de la planificación operativa y el presupuesto, lo cual impacta la etapa de ejecución.

– El registro de programación física y financiera presenta debilidades en la cobertura de instituciones que cumplen con el referido proceso, de conformidad con los plazos establecidos en la normativa. Situación que se agudiza en actualización de la reprogramación trimestral de las metas físicas y financieras, cuando se ha aprobado una modificación presupuestaria o una reprogramación en las cuotas de gasto como corresponde.

– Algunas instituciones exceden su alcance y capacidad operativa al crear y formular productos sin considerar su capacidad productiva o que los productos no estén sujetos a su misión institucional o al marco legal que la ampara1

“Consecuentemente, esta situación genera incumplimiento en las metas de producción establecidas”, precisa el informe que agrega que “también se ha presentado repetidamente el escenario donde las instituciones no toman en cuenta la ejecución histórica del producto y programan metas que resultan en exceso difícil de cumplir con los recursos financieros asignados”.

Otras debilidades citadas en el informe dan cuenta que:.

-Los productos en sí mismos tienen oportunidades de mejora importantes en cuanto a la identificación y definición del producto, su alcance, los componentes de su cálculo (como unidad de medida, indicador, etc.), seguimiento y medición, entre otros.

– Por otro lado, existe poca visibilidad, en algunos casos, de los recursos propios, donaciones, inventario existente, etc., en la formulación y programación del presupuesto. Las instituciones que reciben donaciones o generan ingresos propios que no son programados, aunque estos sean utilizados para producir los bienes y servicios, no realizan los respectivos ajustes a las metas. En el mismo sentido, algunas instituciones no consideran el inventario existente en el momento de realizar la formulación y programación de sus metas de producción.

– Sin embargo, existen instituciones que, sin ser captadoras de recursos propios ni recibir donaciones en el periodo evaluación, mostraron un logro significativo en el cumplimiento de las metas programadas sin haber agotado los recursos financieros asignados.

– Finalmente, las oportunidades de mejora identificadas por las instituciones en el proceso de autoevaluación deben ser medibles y recibir seguimiento durante el transcurso del año siguiente al periodo evaluado. Estas acciones pueden tener un horizonte anual (y estar vinculadas al POA), así como plurianual (vinculadas al PEI, por ejemplo). El nivel de avance o cumplimiento de estas deberán ser reportadas en el informe de autoevaluación del año siguiente.

El informe contiene una nota que da cuenta que “algunas instituciones requieren actualización de su marco normativo a fin de ajustarse a la realidad operativa vigente”.

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