Es la propietaria de una empresa de producción de piezas de bisutería, dominando más la técnica de peyote

Jadys Pérez es una persona que cree firmemente en el emprendimiento “y lo ejerce”. Es la propietaria de la firma Jadys Pérez Accesorios y una trabajadora de tiempo completo.

Vive en constante evolución y cuando decide avanzar, está dispuesta a romper fronteras.


Su emprendimiento consiste en elaborar accesorios a mano, valiéndose de varias técnicas. La idea sobre el negocio tuvo su punto de partida en 2006, cuando decidió tomar clases de bisutería, lo que se prolongó hasta 2008. Es a partir de aquí que decide ponerlo a caminar, y plantar en firme su pequeña empresa.

Las crisis suelen abrir espacios para mejoras y para crecer. Las dificultades que atravesaba Jadys le condujeron a cobijarse en la bisutería para superar temas de tipo emocional y financieros.
Lo que hacía en principio la inquieta joven era invertir lo que vendía. “Tomé de una liquidación de un trabajo que tenía y, luego invertía según iba vendiendo”, rememora en una conversación con el periódico elCaribe.

A través de la línea “Lady Jean”, la emprendedora mujer busca llegar especialmente a un público femenino de edades entre 25 y 60 años. Asegura que su compromiso y amor por la calidad y pulcritud le convocan a servir con un valor diferenciador y a diseñar de manera exclusiva, mientras educa a la comunidad que adquiere sus productos o creaciones.



Cuando se le pregunta qué tanto ha avanzado el negocio, en función de la clientela de antes y la actual y los niveles de producción, su respuesta es: “Hemos avanzado, ya tenemos registrado el nombre de la marca; nos hemos formalizado poco a poco”.

Y agrega: “También tenemos puntos de ventas de nuestros accesorios en salones como Andrea Hair Center y tenemos clientes que nos llegan por recomendación de otros”. Esa es su fuente más funcional.
La producción es elaborada en diferentes piezas de bisutería, dominando más la técnica de peyote, bisutería básica y avanzada. Sus materiales principales son las perlas, piedras semipreciosas, como el larimar, ámbar y ágatas, entre otras variedades.

Las técnicas que usa Jadys para cada elaboración son el macramé, peyote y telar y la técnica básica y avanzada en bisutería que consiste en tejidos de engarce en alambres. Respecto a si están dadas las condiciones para que negocios como el suyo avancen en el país, asegura que sí. “Somos un país con un foco de turismo bastante amplio y -en mi experiencia- son artículos que llaman la atención de la mujer, pues los accesorios son un complemento básico para el día a día de ellas”, indica.



Mantener un negocio como el de Jadys tiene su costo; un costo que viene dado, principalmente, por la variedad de materiales que emplea.

El de Jadys Pérez no es el único del mercado, pero sí el que posiblemente se empeña más en la buena terminación de las piezas y en la acertada combinación de colores, con un buen control de calidad. Así lo asegura ella.

“No es simplemente hacer bisutería; nos tomamos el tiempo para escuchar al cliente y diseñar a su gusto”, expresa, en una conversación que conforme avanza se torna más interesante. La empresa está conformada por un equipo de cuatro mujeres.

A las personas que tienen una idea de negocio, pero le falta el dinero para despegar, la diseñadora de piezas les recomienda que sean perseverantes y que inicien con lo que tengan a mano, sea esto publicidad o referencia de algún amigo y que no paren de tocar puertas.

¿Cómo te ves en varios años?, pregunta este periódico. “Me veo como una diseñadora de accesorios activa en el turismo y con diferentes puntos de ventas”, responde. Está trabajando para eso.

“Quiero invertir más en materia prima para tener más variedad en diseños y piedras semipreciosas. De la manera que me veo expandiéndome es impartiendo clase de bisutería como terapia ocupacional para combatir la depresión y la ansiedad en las personas”, expresa.

De todo lo que hace en la empresa, lo que mayor demanda tiene son las cadenas de larimar. “Es nuestra piedra nacional, pero también me solicitan bastante los juegos de aretes y los collares sencillos de perla”, expone. Le gusta hablar del tema y se le nota.

Tiene precios variados, disponibles para todo público. Mayormente, los clientes le llegan por referencias de otros; a través de redes sociales y por estar la pequeña empresaria siempre activa en las ferias del Ministerio de Cultura.

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