A pesar de los desafíos de salud, se transformó en emprendedora perseverante

En la tranquila localidad de El Valle, en Baní, reside una mujer que encarna la fuerza, la determinación y la capacidad de transformar desafíos en oportunidades. Su nombre es Juana Victoria Martínez Pérez, y su historia es un testimonio inspirador de resiliencia y emprendedurismo.

A pesar de enfrentar obstáculos de salud y adversidades, ha logrado convertirse en una emprendedora incansable, marcando un camino de superación que brilla con luz propia.

Originaria de la provincia Peravia, Juana Victoria ha demostrado que la verdadera superación va más allá de los límites físicos. Diagnosticada con fibromialgia y enfrentando una serie de condiciones médicas, incluyendo parálisis en su cuerpo, degeneración del tejido óseo y hernias discales, se negó a permitir que sus circunstancias dictaran su destino.

Su encuentro con el Programa de Ayuda Social Focalizada Supérate marcó un punto de inflexión en su vida.

En un momento en que la desesperanza amenazaba con apoderarse de su espíritu, Supérate le brindó no solo capacitación, sino también la chispa que necesitaba para encender su pasión por el emprendimiento.
“Para mí, esto ha sido más que un curso, esto es una motivación de vida”, dice la trabajadora dama en una interesante conversación a media mañana.

Las dificultades y los días de debilidad no fueron obstáculos para Juana. Con su andador como confidente, supervisaba con tenacidad cada detalle de su negocio emergente. Así nació la idea de vender hot dogs, chimis, salchipapas y jugos.

Pero Juana no se detuvo ahí, su visión la impulsó a emprender con más fuerza, y pronto introdujo su negocio de pollera, un proyecto que visualiza expandiendo para abastecer no solo a su comunidad, sino también a grandes tiendas y supermercados del país. “Supérate ha hecho de mí literalmente una máquina de negocios”, afirma con gratitud.

Un capítulo de incubación

Para Juana, formar parte de la “familia Supérate” significó encontrar un refugio de apoyo y recursos en un momento en que su fuerza interior estaba agotada. Desde entonces, se ha convertido en un ejemplo viviente de cómo las barreras pueden ser derribadas y las limitaciones transformadas en oportunidades.

Con una pasión contagiosa, Juana dedica su mensaje a las mujeres que puedan sentirse limitadas, física o mentalmente: “Rompan esas barreras internas, la incapacidad está dentro de uno mismo. Les insto a que hagan los cursos, se inscriban, porque no van a perder nada, al contrario, ganarán mucho”. La Juana que hoy se conoce es una mujer resplandeciente y empoderada, es una testigo vivo de su propio consejo.

El apoyo de programas como “Atrévete a Soñar” de Supérate, brinda una plataforma para que personas como Juana puedan crecer y desarrollarse aún más.

La comunidad de emprendedores encuentra un camino hacia el éxito a través de este respaldo gubernamental.

La dedicación y el esfuerzo de las mujeres no pasan desapercibida, ya que el presidente de la República –Luis Abinader- ha reconocido su valor y tenacidad. Lo ha hecho en eventos públicos. A través del reconocimiento, se destaca la labor inquebrantable de estas damas que desafían las expectativas y construyen un futuro mejor.

Faro esperanzador

La historia de Juana Victoria hace recordar que la determinación y la visión pueden superar cualquier obstáculo y transitar sobre caminos pedregosos. Inspiran. Su viaje desde la adversidad hasta el emprendedurismo es un foco de esperanza para aquellos que enfrentan dificultades. A través de su coraje y dedicación, ha demostrado que no existen limitaciones insuperables para aquellos que se atreven a perseguir sus sueños.

El programa Supérate, al que ha hecho referencia Juana Victoria, es un capítulo de ayuda social focalizada que tiene como objetivo brindar apoyo y recursos a personas y comunidades en situación de vulnerabilidad, con el propósito de promover su desarrollo personal, económico y social.

Es una vía para empoderar a las personas para que puedan superar obstáculos y limitaciones y mejorar su calidad de vida. A través de Supérate, se ofrecen capacitaciones, talleres, programas de formación y herramientas que permiten a los participantes adquirir habilidades y conocimientos que les ayuden a generar ingresos, emprender negocios y mejorar sus oportunidades laborales.

Trabaja la parte positiva de la persona y más allá

El programa estatal Supérate también se enfoca en el fortalecimiento de valores y actitudes positivas para fomentar el crecimiento personal y comunitario. Juana Victoria lo define como “un motor de transformación para muchas personas que han enfrentado desafíos significativos en su vida”. Por vía de ese proyecto de incubación, el gobierno busca promover el desarrollo económico y la superación de limitaciones, brindando oportunidades a aquellos que podrían estar en desventaja debido a circunstancias de salud, económicas o sociales.

Juana Victoria Martínez Pérez, ejemplifica cómo Supérate ha tenido un impacto positivo en la vida de las personas, permitiéndoles convertirse en emprendedores y saltar barreras que podrían haber parecido insuperables.

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