Desde Santo Domingo ha caminado hasta lograr construir una propuesta que combina autenticidad, constancia y conexión con las mujeres que buscan mucho más que un simple producto

Gabriela Hungría
Especial para elcaribe.com.do

Mitchelle M. Cobb tenía 16 años cuando supo que el maquillaje no era solo un asunto estético. Descubrió que se trataba de una forma de expresión, una vía para levantar la autoestima y, con el tiempo, también una plataforma desde la cual lanzar un mensaje de respeto por el medio ambiente y por los animales.

Hoy, con 43 años, esta emprendedora dominicana lleva adelante Pink as Gold, una marca de cosméticos que nació como un sueño en 2019 y que va abriéndose espacio en un mercado competitivo, con una propuesta que combina calidad, ética y propósito.

Nativa de Santo Domingo, Mitchelle se describe con tres palabras que han marcado su trayectoria: luchadora, soñadora y manifestadora. No fueron pocas las veces en que sintió que no era el momento adecuado para lanzarse, pero lo hizo. En sus propias palabras, Pink as Gold comenzó como una idea tímida, y terminó convirtiéndose en una realidad que hoy inspira a miles de mujeres dentro y fuera del país. “Nuestra historia ha llegado a muchas personas, y no solo por el producto, sino por lo que representamos”, afirma.

La marca se enfoca en ofrecer productos de maquillaje de alta calidad, libres de crueldad animal y alineados con prácticas responsables hacia el medio ambiente. Desde sus inicios, el objetivo ha sido posicionarla a nivel mundial, y aunque aún queda camino por recorrer, Mitchelle ha alcanzado importantes hitos. Uno de ellos ha sido ver cómo figuras del entretenimiento, tanto en República Dominicana como en otros países, han comenzado a usar y recomendar sus productos. Otro ha sido formar parte del libro Empresarias exitosas, mujeres que inspiran, un reconocimiento a su historia de emprendimiento y constancia.

Además del respaldo de los consumidores, la marca ha contado desde el principio con el apoyo de medios de comunicación que han amplificado su propuesta y visibilizado su filosofía. Para Cobb, ese acompañamiento ha sido clave para crecer sin perder de vista lo esencial: representar a mujeres reales, diversas, que se identifican con una marca que las escucha y respeta.

No obstante, reconoce que aún queda mucho por construir. La expansión a nuevos mercados es una meta pendiente. América Latina representa un gran reto y una oportunidad: un territorio diverso y exigente donde cada día más consumidores valoran productos con conciencia social y ambiental. “Queremos crecer, pero crecer bien, sin perder la esencia de lo que somos”, dice.

Su consejo para quienes empiezan es claro: pensar bien con quién se emprende. “Elegir un socio es casi como elegir una familia. Si esa decisión es errada, el camino se hace más difícil. Y segundo: nunca se rindan. Va a doler, pero vale la pena”.

Historias como la de Mitchelle Cobb se han multiplicado en América Latina, donde miles de mujeres están lanzándose al mundo empresarial con proyectos que nacen de pasiones, necesidades o intuiciones que se transforman en ideas concretas. República Dominicana no es la excepción. Cada vez son más las mujeres que deciden crear negocios, incluso sin capital inicial, pero con una visión clara y un compromiso personal profundo.

Para apoyar estos procesos, distintas entidades públicas y privadas han venido desarrollando programas de incubación, capacitación y financiamiento que permiten convertir una buena idea en una estructura operativa, con visión de largo plazo. Aunque muchas veces estos esfuerzos pasan desapercibidos, son parte esencial del ecosistema emprendedor que ha comenzado a tomar fuerza en el país.

Mitchelle representa a esa generación de dominicanas que no esperan condiciones ideales para empezar. Lo hizo en 2019, a meses de que el mundo se enfrentara a una pandemia global que puso a prueba todos los modelos de negocio. Pero ella resistió. Pink as Gold nació justo antes de ese caos, y ha sabido mantenerse con autenticidad, calidad y una propuesta que conecta.

Desde Santo Domingo y con una mirada internacional, esta marca se abre camino como reflejo de algo más grande: el potencial de las mujeres para construir negocios sostenibles, rentables y coherentes con los valores que defienden.

Posted in Dinero, Emprendedores

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