El huracán Fiona y otros fenómenos que se presentan en naciones de América Latina y el Caribe encuentran condiciones propicias para destruir a su paso: el 45 % de la población de esa región no tiene un hogar digno para residir.
Eso significa que habita en viviendas inadecuadas, construidas con materiales precarios o carentes de servicios básicos. Así lo reflejan las estadísticas y estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Las conclusiones a las que llega el organismo son de que “ni el elevado ritmo de migración a la ciudad ni la constante formación de nuevos hogares han ido acompañados de la necesaria oferta de soluciones de vivienda vinculadas a la ciudad”.
Este hecho ha dejado a un porcentaje significativo de la población de la región residiendo en áreas periféricas, asentamientos informales y de alto riesgo climático.
De acuerdo con lo expuesto por el BID, “el gran déficit habitacional de la región representa una enorme oportunidad para impulsar la construcción de vivienda verde y resiliente a los desastres naturales y con la mejor propuesta de valor.
“Trabajando juntos con los sectores público y privado podemos desarrollar incentivos e instrumentos financieros que permitan ofrecer viviendas dignas y asequibles a nuestra gente, aprovechando el apetito de los inversores”, sostiene el organismo.
En procura de buscar soluciones a esta problemática, el Grupo BID organiza los días 29 y 30 de septiembre el Foro de Vivienda 2022: Soluciones resilientes para la reducción del déficit habitacional en América Latina y el Caribe.
Es un evento de alto nivel que reúne a los referentes de este sector para abordar un complejo problema con múltiples propuestas innovadoras.
República Dominicana arrastra un déficit habitacional de décadas que llevará muchos años reducir.