En la Zona Euro el BCE aumentó 25 puntos a la tasa de referencia, que llevó a 4.5%, el nivel más alto desde el 2021

El cierre de agosto con un nivel de inflación local de 0.52 % dejó un escenario de precios para la economía dominicana relativamente más favorable que el de la de los Estados Unidos, la cual es la referencia principal para la aplicación de políticas vinculadas con el manejo de la economía.

Con ocho décimas de puntos por debajo del nivel de precios de la economía estadounidense, la tasa de inflación que registró la economía dominicana en el octavo mes del año apunta a posibilitar un manejo local de la política monetaria más distendido, con posible profundización del criterio de incentivo a la producción y al consumo.

En agosto el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) dominicano fue de 0.5, mientras que el de los Estados Unidos se situó en 0.6%, al reportar un escenario de restricción para la política monetaria de la Reserva Federal (Banco Central de los Estados Unidos).

El ambiente de política monetaria apunta a un descenso en la tasa de interés de referencia en el mercado financiero dominicano y a un aumento en los Estados Unidos. En Europa ya el BCE, que es el Banco Central de la Unión Europea, aumentó 25 puntos a la tasa de interés de referencia en la zona euro, que llevó a 4.5 % anual, el nivel más alto desde el año 2021.

Con esa decisión, el BCE arreció la lucha contra la inflación, y lo hizo ignorando los pobres resultados de la economía en la zona euro, para la cual los economistas del Banco Europeo rebajaron sus pronósticos de crecimiento a 0.7 % de 0.9 % anterior. El escenario inflacionario ha empeorado en la zona euro, con un aumento de dos décimas a 5.6 % la media este año.

Mientras tanto, el Banco Central de la República Dominicana -empoderado del dato del crecimiento relativamente bajo o al menos en la franja de la meta de inflación- habló de la posibilidad de seguir bajando su tasa de política monetaria, en los Estados Unidos el panorama parece apuntar a una dirección inversa, de subir la tasa de referencia antes de finalizar el año.

En agosto los precios al consumidor en los Estados Unidos se calentaron y subieron hasta el 3.7 % anual y al 0.6 % mensual, con el ingrediente de que el IPC subyacente, que es el que mide el efecto en los precios o inflación derivado de las condiciones de liquidez de la economía.

Los informes sobre inflación suelen hacer la segregación, explicando que la inflación subyacente interanual, es el indicador que proporciona señales más claras para la conducción de la política monetaria, debido a que excluye algunos artículos que normalmente no responden a las condiciones monetarias o de liquidez en la economía.

Para los hacedores de la política monetaria de la Fed, los niveles inflacionarios de agosto supusieron una decepción, debido a que no pudieron alcanzar una tercera lectura mensual subyacente seguida del 0.2 %, situación que para los analistas económicos y expertos pudiera apoyar la posibilidad de otra subida en las tasas de referencia del Banco Central de los Estados Unidos para el final del cursante año 2023

El 26 de julio del 2023 la Fed elevó la tasa de interés a corto plazo de 5.1 % a 5.3 %, el nivel más alto desde 2001. Fue la 11ª vez en 17 meses que la Reserva Federal elevó su tasa de referencia, como parte de una serie de alzas dispuestas con el objeto de frenar la inflación, pero que conllevan el riesgo de provocar una recesión.

Se esperaba que con ese ajuste, sumado a los anteriores, se podría provocar nuevos aumentos de los costos de hipotecas, préstamos para vehículos, tarjetas de crédito y créditos empresariales.

Cuando se produjo ese ajuste, la inflación había caído a su nivel más bajo en dos años, y el aumento de julio refleja la inquietud de la Fed de que la economía crece con demasiada rapidez como para reducir la inflación a la meta del 2 %. En el escenario quedó que la Reserva Federal de EE.UU. podría determinar una nueva alza en las tasas de interés. Esas expectativas aumentaron con el resultado inflacionario de agosto pasado.

En el caso de RD, baja

En el caso de la política monetaria dominicana, en su reciente informe sobre el Índice de Precios al Consumidor de agosto pasado, el Banco Central dejó abierta la posibilidad de, en sus próximas reuniones de política monetaria, continuar aplicando incentivos monetarios. En el documento emitido recientemente puntualizó que el resultado de agosto, cuando la inflación cerró con un alza de 0.52 % mensual y la interanual general fue de 4.27 % y subyacente de 4.82 % y ambas se situaron dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, “abre los espacios, de ser necesario, para continuar con la implementación del plan de estímulo monetario autorizado por la Junta Monetaria, que busca propiciar una disminución de las tasas de interés bancarias y contribuir a la expansión del crédito al sector privado en moneda nacional que dinamizaría las actividades productivas, con el fin de coadyuvar al crecimiento económico nacional que dinamizaría las actividades productivas”.

En la última reunión de política monetaria correspondiente al 31 de agosto, el Banco Central redujo 25 puntos básicos a su tasa de política monetaria, de 7.75 % a 7.50%, basó su decisión en que la inflación interanual se había reducido significativamente y estaba en torno al centro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, como resultado de las políticas monetaria y fiscal implementadas, así como de las menores presiones de demanda interna.

Expuso que la inflación interanual había disminuido de un máximo de 9.64 % en abril de 2022 a 3.95 % en julio de 2023, equivalente a una caída de 569 puntos básicos durante este período.

Además, la decisión de bajar la TPM consideró la evolución reciente del entorno internacional y los factores de la incertidumbre global. Particularmente, las proyecciones de crecimiento de Consensus Forecast para Estados Unidos de América (EUA) apuntan a una moderación más gradual de lo previsto, con una expansión de 1.9 % al cierre del año 2023. Por otro lado, la inflación en EE.UU. se ha desacelerado hasta situarse en 3.2 % en julio de 2023, aunque se mantiene por encima de su meta de 2.0 %. Ante este escenario, los analistas del mercado prevén que la Reserva Federal (Fed) haría una pausa en su próxima reunión de septiembre, manteniendo la tasa de fondos federales en el nivel actual de 5.25 % – 5.50 %.

El BCRD también argumentó que en la Zona Euro (ZE), se proyecta un crecimiento económico de 0.6 % anual en 2023, afectado por la guerra entre Rusia y Ucrania que ha provocado condiciones recesivas en algunas de las principales economías de este bloque de países. En tanto, la inflación interanual de la Zona Euro se ha moderado hasta 5.3 % en agosto, aunque permanece elevada respecto a la meta de 2.0 %.

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