Líderes dominicanos destacan estabilidad, innovación y colaboración público-privada como impulsores del crecimiento económico local

Punta Cana.- Con la mira puesta en el desarrollo económico regional, líderes empresariales y políticos se reunieron aquí en un foro de alto nivel para abordar estrategias clave.

Enfocados en atraer inversión extranjera directa y mejorar los entornos empresariales, las discusiones apuntaron a impulsar un crecimiento sostenible en América Latina y el Caribe.

En el Foro Empresarial Forjando Prosperidad: Impulsando el Crecimiento Económico América Latina y el Caribe Mediante la Inversión Extranjera Directa y Entornos Económicos Favorables, expusieron el ministro dominicano de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor –Ito- Bisonó; Steven Puig, presidente del Banco BHD; Sofía Antor, gerente general de Visa en República Dominicana; Celso Juan Marranzini, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), y Mercedes Canalda, presidenta de Banco Adopem. El moderador fue Fabrizio Operti, gerente de Sector Integración del BID.

Cada participante aportó su perspectiva única sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan las empresas en la actualidad.

El ministro Ito Bisonó destacó la estabilidad política y económica de República Dominicana como un factor clave para atraer inversión extranjera. Mencionó el sólido marco jurídico del país y las leyes que favorecen la colaboración público-privada, así como los avances en logística que hacen de República Dominicana un destino atractivo para los negocios.

Citó, por ejemplo, la Ley de Alianzas Público Privadas que le da grandes oportunidades al sector privado, y recordó que hay una ley de comercio marítimo, que fue votada por el Congreso Nacional.

Mientras, Sofía Antor, de Visa, resaltó la importancia de los pagos digitales en la facilitación de transacciones financieras y la promoción de la inclusión bancaria. Destacó cómo los canales digitales pueden reducir costos y aumentar la eficiencia en el sector financiero.

Steven Puig del Banco BHD coincidió en la necesidad de mejorar el clima de negocios en la región y enfatizó la importancia de la disponibilidad de talento y la ubicación estratégica de República Dominicana. Valoró el diálogo abierto entre el sector público y privado y el papel del país como exportador de productos médicos, de los cuales el país envía a los mercados internacionales el equivalente a 2,000 millones de dólares.

Dijo que es importante la disponibilidad de talento. Informó que República Dominicana está graduando a muchos tecnólogos. Citó la excelente ubicación geográfica de República Dominicana.

Mercedes Canalda, de Banco Adopem abordó los retos de las microfinanzas y la importancia de fortalecer a las pequeñas y medianas empresas, especialmente aquellas lideradas por mujeres. Propuso mejorar las condiciones para estas empresas y simplificar el sector regulatorio.

Celso Marranzini, del Conep, instó a seguir trabajando para atraer inversiones y buscar ideas innovadoras que impulsen el desarrollo económico. Destacó la importancia de los encadenamientos productivos y el papel fundamental del BID en este proceso.

Los encadenamientos productivos, también conocidos como cadenas productivas o cadenas de valor, son una serie de actividades interconectadas que se llevan a cabo dentro de un proceso productivo específico. Estas actividades incluyen desde la adquisición de materias primas y la producción de bienes o servicios, hasta la distribución y comercialización de los productos finales.

En un encadenamiento productivo, cada etapa del proceso agrega valor al producto o servicio final. Por ejemplo, en la industria manufacturera, las materias primas se transforman en componentes, los cuales luego son ensamblados para crear productos finales. Cada paso en este proceso implica la participación de diferentes actores, como proveedores, fabricantes, distribuidores y minoristas.

Los encadenamientos productivos son fundamentales para entender cómo funciona una economía y cómo se generan empleo y riqueza en diferentes sectores. Además, identificar y fortalecer los encadenamientos productivos puede ser clave para mejorar la competitividad de un país o región, ya que puede ayudar a diversificar la economía, aumentar la productividad y crear nuevas oportunidades de negocio.

Además de las discusiones sobre inversión y desarrollo empresarial, otros temas importantes fueron abordados durante el foro, como la inflación y la carga impositiva en la región. Ian Goldfajn, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo –BID- advirtió sobre el exceso de impuestos y la necesidad de simplificar el proceso de contratación para fomentar la creación de empleo.

En el escenario en que han sido vistos los temas son las las Reuniones Anuales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y BID Invest, que iniciaron el día 6 y concluyen mañana domingo 10 de marzo.

El foro de ayer concluyó con un llamado a la acción para continuar trabajando en conjunto para promover el crecimiento económico en América Latina y el Caribe. Con iniciativas como “BID para Las Américas”, el BID busca fortalecer los lazos económicos en la región y apoyar el desarrollo sostenible.

Durante el cónclave se abordaron temas cruciales relacionados con la economía regional, incluyendo la tendencia a la baja de la inflación y la preocupación por la carga impositiva en América Latina y el Caribe. Expertos del BID y líderes empresariales compartieron sus opiniones sobre estos temas que impactan directamente en el desarrollo económico de la región.

En relación con la inflación, se destacó que en la región latinoamericana y caribeña se ha observado una disminución gracias a políticas monetarias eficientes y a mercados más robustos, lo que ha contribuido a una reducción del desempleo.

Sin embargo, existe la interrogante sobre cuánto tiempo persistirá esta tendencia positiva. Ian Goldfajn, presidente del BID, planteó esta pregunta durante su intervención en las Reuniones Anuales del BID y BID Invest en la República Dominicana. Goldfajn enfatizó que el futuro económico de la región dependerá de las acciones que se tomen para mantener esta tendencia positiva y continuar impulsando el crecimiento económico.

En este sentido, el ejecutivo del organismo financiero subrayó la importancia de América Latina y el Caribe en el contexto económico mundial y destacó el papel fundamental del BID en apoyar a la región frente a los desafíos económicos.

Explicó que el BID está desplegando más acciones para llegar más cerca de las poblaciones, los emprendedores y las personas con iniciativas que requieren apoyo para crecer. América Latina representa aproximadamente el 8.4% de la población mundial, lo que resalta su importancia en el escenario global.

Por otro lado, se abordó la preocupación por la carga impositiva en la región. Ian Goldfajn advirtió que existen demasiados impuestos que dificultan el desarrollo de las empresas y la generación de empleo en América Latina y el Caribe. Propuso trabajar en la simplificación del proceso de contratación y señaló que la racionalización de los impuestos tendría un efecto positivo en la economía regional.

El año pasado, el BID presentó la iniciativa “BID Para Las Américas”, un programa diseñado para fortalecer los lazos económicos entre Estados Unidos y América Latina y el Caribe. Este programa se centra en tres pilares: compras públicas, comercio e inversión, y financiamiento. Goldfajn destacó que “BID Para Las Américas” busca ser un catalizador de relaciones duraderas y proporcionar a las empresas una plataforma única para expandirse en la región.

Algunos de los expertos indican que los encadenamientos productivos son fundamentales para entender cómo funciona una economía. Kelvin Mota

Una mirada hecha con más profundidad

El ejemplo de República Dominicana sirvió como caso de estudio durante el foro, destacando tanto sus logros como los desafíos pendientes. Se hizo referencia a la necesidad de reducir las cargas impositivas, especialmente para fomentar el emprendimiento y promover un sistema tributario más equitativo y sostenible.

No es un tema nuevo, lo viene planteando hace mucho, por ejemplo, el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES). Esa institución de pensamiento y análisis ha sido una de las voces que ha abogado por una reforma tributaria real en República Dominicana.

Según el economista Miguel Collado Di Franco, es necesario reducir las tasas impositivas y eliminar impuestos distorsionadores para aumentar las bases imponibles y reducir la informalidad, la evasión y la elusión fiscal.

Además de la reforma tributaria, se destacó la importancia de establecer reglas fiscales claras dentro de una ley de responsabilidad fiscal para frenar el crecimiento del endeudamiento público.

El CREES ha subrayado la necesidad de evitar aumentos indiscriminados del gasto público que sólo conducirían a un mayor endeudamiento y a una mayor presión sobre las finanzas públicas.

Miguel Collado ha sugerido que el 2024 debería ser un año de reformas estructurales en República Dominicana, con la reforma fiscal como una de las principales prioridades. Instó a la administración gubernamental a emplear su capital político para promover la estabilidad y el progreso económico a través de reformas significativas.

La pandemia de covid-19 tuvo un impacto significativo en la economía mundial, y América Latina y el Caribe no fueron o no han sido la excepción. Ante esta situación, muchos países, incluyendo a República Dominicana, implementaron medidas monetarias para mitigar los efectos negativos en la actividad económica y promover la recuperación.

En el caso específico de República Dominicana, se tomaron medidas como la reducción de tasas de interés y la implementación de programas de flexibilización cuantitativa para estimular la economía. Estas acciones buscaban impulsar el gasto y la inversión, así como proporcionar apoyo financiero a los sectores más afectados, como el turismo, la hostelería y el comercio minorista.

La pronta recuperación de República Dominicana del impacto inicial de la pandemia ha sido elogiada por entidades internacionales, como la Organización Mundial del Turismo. Sin embargo, aún persisten desafíos, especialmente en lo que respecta a la estabilidad económica a largo plazo y la sostenibilidad fiscal.

Cada participante aportó su perspectiva única sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan las empresas en la actualidad.

Desafíos y oportunidades para el futuro de la región

A medida que América Latina y el Caribe continúan enfrentando los desafíos económicos derivados de la pandemia, y más luego provocados por el conflicto entre Rusia y Ucrania, es crucial –han planteado los expertos- abordar las preocupaciones que surgieron del Foro Empresarial y tomar medidas concretas para promover el crecimiento económico y la estabilidad en la región.

Existen oportunidades para impulsar el desarrollo económico a través de la innovación, la colaboración público-privada y la promoción de sectores clave como la tecnología y la salud.

Empresas
participante aportaron su perspectiva única sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan las empresas en la actualidad.

Inversión
El ministro Bisonó destacó la estabilidad política y económica de RD como un factor clave para atraer inversión extranjera.

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