Los indicadores presentados en el Informe de Estabilidad Financiera 2020, publicado recientemente por el Banco Central evidencian que la banca múltiple, contribuyó a la recuperación de la actividad económica nacional.
Lo hizo gracias a una eficiente gestión de riesgos y a la aplicación de un marco de flexibilización regulatoria aplicado por la Junta Monetaria.
Así valoró la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), tras destacar el papel positivo de las entidades bancarias como entes canalizadores del crédito, desempeñando un rol fundamental para el logro de una efectiva transmisión de las medidas de política monetaria dispuestas por el Banco Central, de manera previsora y oportuna, ante el escenario inédito registrado en 2020.
Asimismo, la ABA afirmó que los resultados del informe destacan que los bancos tienen suficiente fortaleza para superar cualquier escenario adverso que pueda generarse en el corto y mediano plazo, tal y como lo demuestra la respuesta satisfactoria de sus indicadores de liquidez, solvencia, rentabilidad y calidad de activos. De igual modo, señaló que los bancos se han esforzado en aumentar su patrimonio a través de reservas o capitalización de beneficios generados, en interés de fortalecer el nivel de solvencia, que actualmente se sitúa en 19 %, casi el doble de lo requerido por la Ley Monetaria y Financiera 183-02.
En un documento de prensa, la ABA apreció el Informe de Estabilidad Financiera 2020 como un instrumento que provee información fundamental sobre la evolución y riesgos de las diferentes entidades financieras, así como sobre el avance de las políticas macroprudenciales y la perspectiva de las autoridades a corto y mediano plazo.
La entidad que reúne a los bancos múltiples del país resaltó, además, que el documento permite revisar los objetivos y estrategias del sector bancario, a fin de seguir con su fortalecimiento y aporte a la recuperación económica.
En el informe al que se refiere la ABA, el Banco Central había asegurado que da respuesta a las principales recomendaciones de los organismos internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco de Pagos Internacionales (BIS) y el Consejo de Estabilidad Financiera de los países del G-20, en materia del fortalecimiento de los estudios de estabilidad del sistema financiero, el examen del riesgo sistémico y la adopción de políticas macroprudenciales para reducirlo.
El organismo resaltó que el pasado año ha sido uno de los más convulsos y desafiantes en la historia económica reciente, debido al impacto negativo de la crisis sanitaria en el aparato productivo de la República Dominicana.
