República Dominicana está compensando con pieles una parte del mercado de exportación de carne de res que mantuvo en el pasado, pero que perdió por razones diversas.

Esas exportaciones cárnicas llegaron a representar entre 55 y 60 millones de dólares anualmente, según cifras oficiales.

Actualmente, el país tiene 15 establecimientos habilitados para salado de pieles, indican números de la Dirección General de Ganadería (Digega).Entre los países a los cuales se realizan y se han realizado las exportaciones de pieles saladas figuran Turquía, Italia, Indonesia, Brasil, México y Bélgica.

Los volúmenes exportados aportaron US$25.54 millones entre los años 2010 y 2011, tiempo en que se pudo demostrar que República Dominicana puede mantenerse en el círculo comercial de ese subproducto a nivel mundial. Los datos de la Dirección General de Aduanas indican que exportación de pieles y cueros representó el pasado año 8.77 millones de dólares. Sin embargo, en el recuadro donde se cuelga la estadística no queda claro si se trata solo de piel de res o de otros tipos, tomando en cuenta que también se exporta desde aquí pieles de conejo, a través de compañías que las envían hacia Europa. Con esas pieles se confeccionan carteras de mujeres, billeteras de hombres, alfombras y partes de zapatos, entre otros.

Con las de res se fabrican zapatos, correas, bolsos para mujeres, carteras para hombres y sombreros, cuero de asientos para automóviles (leather), tableros, paneles de puertas de autos, volante, entre otros productos y mercancías demandadas en todo el mundo. Se trata de pieles que atraviesan por un proceso industrial bastante amplio, antes de que una persona luzca, por ejemplo, un sombrero en su cabeza o una mujer se “enganche” un bolso, elaborados ambos de cuero de vaca.

En la preparación de las pieles interviene un equipo de personas, en un proceso que incluye la matanza del animal, el salado y el resalado, es decir, la colocación de sal mineral o marina a la parte interior de la piel para ponerla a secar.

De las 15 empresas del ramo, en el año 2012 solo tres sacrificaban animales y salaban a la vez. Esas empresas eran Comercial Ganadera, Grupo Alonso y Agropecuaria Santo Domingo, una de ellas ubicada en las cercanías del kilómetro 26 de la carretera Villa Mella-Yamasá; una camino a la comunidad La Victoria y la otra empresa en el trayecto hacia San Isidro, Santo Domingo Este.

El proceso que siguen

Antes de las pieles ser exportadas, tienen que permanecer por un mínimo de diez a 22 días en la etapa de secado. Las que están agrupadas en la parte de arriba (en el lugar donde son acumuladas) pueden durar unos 15 días, según explicó a este diario uno de los encargados de exportación de una empresa del sector. Las pieles se salan “carne con carne”, es decir la parte de adentro de una piel, con la parte interna de la otra, explica una persona encargado de un matadero.

De acuerdo con el Informe de Sanidad Animal, de la Dirección General de Ganadería, al que se tuvo acceso, entre agosto del año 2020 y mayo 2021 se realizaron 35 inspecciones a establecimientos dedicados al salado de pieles, y actualmente los 15 saladeros se encuentran habilitados para operar.
Adicionalmente, dos empresas han sido autorizadas para el recurtido de pieles importadas.

El país dejó de exportar carne a Estados Unidos en 1997 por razones de mercado, pero un año después, o sea, en el 1998, Estados Unidos cambió los requisitos para la importación cárnica.
“Una noticia que alivia al golpeado sector de carne nacional es la reciente visita de auditores del Sistema Cárnico de Estados Unidos a este país, como parte del proceso de homologación para exportar res, permiso que fue inhabilitado hace más de 20 años, dijo recientemente a elCaribe el director de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (Digemaps), Leandro Villanueva.

Desde hace años se trabaja para lograr la equivalencia del Sistema de Inspección de Carne de Res según criterios del Servicio de Inocuidad e Inspección de los Alimentos (FSIS, por su sigla en inglés) y el Departamento de Agricultura (USDA), ambos de Estados Unidos, bajo el liderazgo de la Digemaps, del Ministerio de Salud Pública dominicano, con el concurso del Ministerio de Agricultura, la Dirección de Ganadería, el Instituto Borlaug de la Universidad de Texas A&M y una multiplicidad de entidades, que incluyen a productores de carne de res.

Lo que mucha gente conocía en el pasado como tenerías son ahora zonas francas que ya no salan pieles, sino que adquieren la piel mojada azul, denominada “wet blue” y las procesan hasta lograr una piel terminada.

“Wet blue” resistente que evita la descomposición

El negocio de pieles ha mejorado, porque las pieles son de más calidad y hay más control sobre temas como las garrapatas, dicen ganaderos consultados.

La piel de reses de establos son pieles sanas; en cambio, la de los animales de postreros suele ser de menos calidad, porque éstos se exponen a sufrir heridas de alambres que cercan esos espacios, dicen otros conocedores del tema. Cuando el ganado tiene garrapatas, las pieles suelen tener problemas de perforación. En la mayoría de los casos, las pieles de ganado vacuno crudo son primero procesadas con óxido de cromo en un material llamado “wet blue” (azul mojado), un producto estable resistente a la descomposición.

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