Andrés Gluski está al frente de una firma que en República Dominicana lidera una historia de firmeza y de innovación

El presidente y CEO de AES conoce muy bien la República Dominicana. Es un país que está visitando hace años y de él ha podido apreciar y palpar el progreso continuo que le acompaña.

“Siempre estoy agradecido de venir al país y ver cosas nuevas y cosas que mejoran. Llevo más de treinta años visitando este territorio y en ese tiempo he visto progreso en todas las áreas”, le dice Andrés Ricardo Gluski, a CDN37 y al periódico elCaribe, en una interesante conversación en la que, además de ver lo inherente a la firma empresarial, se pasa revista al clima de seguridad jurídica existente en esta nación, favorable a los negocios y a la colocación de capitales.

Los progresos a los que se refiere el ejecutivo van desde la parte eléctrica, hasta la comunicación, la construcción de nuevas carreteras y autovías, aeropuertos y distintas infraestructuras. “En mi área, que es la eléctrica, este es otro país. Un país donde hace muchos años había apagones y ahorita tienen un servicio mucho mejor y una matriz energética más robusta, donde hay gas natural y se hacen inversiones en energías renovables (…). Obviamente, República Dominicana lo ha hecho bien”, asegura.

Que lo diga Andrés Gluski tiene gran peso, especialmente tomando en cuenta que AES posee amplia trayectoria y reconocimiento mundial, y en el caso local lleva más de 25 años de transformaciones en la industria energética. Cuando se habla de inversión extranjera directa (IED) necesariamente debe incluirse en el libro el nombre AES. Ha creído lo suficiente en esta nación. Es un tema que no amerita discusiones.

En República Dominicana AES ha liderado una historia de innovación que ha cambiado la industria, el mapa y la matriz energética, en beneficio del pueblo, de las comunidades donde operan sus plantas de generación de energía y de todos los grupos de interés que pueblan el entorno de su organización.

Ha recorrido un amplio trayecto y se ha consolidado como una empresa sostenible en múltiples aspectos y resultados, entre los que destacan el éxito económico, la generación de energía cada vez más ecoeficiente y el legado social al país, particularmente a cada una de las comunidades donde operamos.

El presidente de AES a nivel mundial, cuando rememora lo vivido a escala global por la pandemia de covid-19, no vacila ni un segundo para “piropear” a República Dominicana: “Hay que dar crédito al país; lo ha hecho muy bien, en una forma continua. Y en los últimos años de la pandemia este país ha tenido una performance excelente”, plantea.

Las primeras luces

En sus primeros trece o catorce años, de los 25 que lleva en suelo quisqueyano, el Grupo AES había invertido en República Dominicana más de US$800 millones, lo que sin duda fue una señal de que confiaba en el mercado dominicano. El dinero que colocó en los diez años siguientes revalidó que esa confianza permanece intacta.

“Ciertamente, nosotros estamos en un negocio donde no nos puede ir bien si no le va bien al país, porque es imposible… Somos infraestructura básica, un servicio básico. Si le va bien a AES, significa que le va bien al país”, dice Andrés Gluski.

Es bueno para conversar y en la entrevista respondió todas las interrogantes formuladas por Katherine Hernández, para despierta con CDN, y del autor de este escrito.

Recordó los tiempos en que se hizo el proyecto AES Andrés -ubicado en Punta Caucedo, Andrés, Boca Chica-, consistente en traer gas natural licuado a un país en vías de desarrollo. Era el primer proyecto de ese tipo en el mundo y procuraba librar a República Dominicana de su dependencia del combustible líquido. “Ha sido muy interesante ver cómo ha cambiado la matriz energética y eso le está ahorrando al país casi quinientos millones de dólares, en promedio, versus el costo del combustible líquido, además de ser menos contaminante y ser más confiable”, indica.

“Ha sido muy bonito acompañar la República Dominicana en ese desarrollo. Pero también de parte nuestra (de AES) fue un gran voto de confianza y un paso valiente en ese momento, por ser el primer proyecto de esa naturaleza en el mundo”, agrega.

La empresa no se ha detenido ahí, ha inventado el uso de grandes baterías de litio para almacenamiento de energía. Y en efecto, AES es líder mundial en el almacenamiento de energía basado en ellas, a través de proyectos propios y con Fluence, empresa conjunta con Siemens.

Ha sido pionera en esa tecnología durante más de una década. Actualmente casi la mitad de las iniciativas de la compañía incluyen un componente de almacenamiento. Este último es un “multiplicador de fuerza” para la energía libre de carbono. Permite la integración de más recursos solares, eólicos y de generación distribuida. También aumenta la capacidad de las plantas existentes.

La contribución de AES al almacenamiento ha permitido a cientos de distribuidoras en el mundo reducir su dependencia a la generación térmica. Por cierto, en República Dominicana se colocó la segunda unidad de ese tipo, antes que en Brasil y México. La primera se instaló en Chile. Para hacer ese tipo de inversión tecnológica también hace falta que el regulador entienda de tecnología y que esté abierto a tratar de hacer cosas nuevas.

El parque vehicular en República Dominicana sigue creciendo: Hay 5.5 millones de unidades circulando; de ellos 44% son vehículos de motor (automóviles, jeeps, autos de carga y autobuses, entre otros). Quiere decir que se consume mucho combustible (especialmente gasolina, gasoil y gas licuado de petróleo), sobre todo en el Distrito Nacional, Santo Domingo y Santiago, que concentran el 21%, el 17.7% y el 8.7%, respectivamente.

¿Cómo ir incorporando más el gas natural hacia el uso en vehículos, no solo en República Dominicana, sino más allá de sus fronteras? le pregunta CDN y elCaribe al empresario Andrés Gluski.

Parte de su respuesta es esta: “Bueno, el gas natural tiene una gran ventaja, de que tiene un precio más estable que el combustible y es menos contaminante. Una de las cosas que estamos aprendiendo es que el diesel es muy contaminante en la ciudad, entonces moverse a gasolina es mejor que el diesel, pero moverse a gas natural es mejor aún y tiene ventajas económicas, especialmente para los autobuses, maquinarias pesadas, etcétera. Nosotros tenemos capacidad en la terminal Andres para exportar también, o sea, para recibir, por ejemplo, un barco grande de gas natural licuado, y desembarcar ese gas en barcos más pequeños para suplir las islas del Caribe (…)”.

En tema de gas natural, al presidente y CEO de AES se le considera una autoridad. Cuenta con las credenciales.

Bajo su liderazgo, la empresa se convirtió en líder mundial en la innovación y adquisición de nuevas tecnologías que permiten a sus clientes cumplir con sus objetivos comerciales, incluyendo el posicionamiento de AES como líder mundial en almacenamiento de energía.

Andrés condujo la firma a establecer una estrategia agresiva de reducción de carbono en 2018 para mostrar el compromiso de la empresa para crear un futuro climático sostenible, lo que convirtió a AES en la primera empresa energética estadounidense que cotiza en bolsa en emitir un informe climático que cumple con las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima.

Esquema de transición, paneles solares, el viento

El empresario resalta los esfuerzos realizados a nivel local para seguir diversificando la matriz de generación eléctrica y las inversiones destinadas en esa dirección, incluyendo el cambio a gas natural, renovables y baterías (de litio). “El gran problema de las renovables es que son intermitentes… pasan nubes por encima de los paneles; sopla menos viento. Y entonces no se habla de suficiente. No puedes ir al cien por ciento renovable, no es factible. Tendrías que dejar de utilizar electricidad a determinadas horas del día. Las baterías ayudan a estabilizar el sistema, pero todavía necesitas esa capacidad de veinticuatro-siete (veinticuatro horas, los siete días a la semana”, dice.

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