Hace casi un año, un diputado de La Romana afirmó que “las AFP siempre joden a los dominicanos…Ahora alegan que están rebajando el capital a los ahorros de los trabajadores bajo el alegato de la depreciación del dólar…Se trata de un vulgar robo…”. Recordemos que la tasa de cambio había bajado de RD$58.34 por dólar en diciembre de 2020 a RD$53.56 en septiembre de 2022, reflejando una apreciación del peso de 8.2%. Como las AFP habían invertido una parte de los recursos de los cotizantes en sus cuentas de capitalización individual, en títulos de deuda denominados en dólares, transitoriamente, el valor en pesos de esos títulos bajó al depreciarse el dólar en relación al peso. Según el diputado romanense, estábamos frente a una estafa. A partir de octubre de 2022, el peso comenzó a perder gradualmente valor frente al dólar, registrándose una depreciación del peso de 3.9% en el último trimestre del 2022. Esa depreciación del peso permitió revertir parcialmente la reducción transitoria en los balances de las cuentas de capitalización que la inesperada depreciación del dólar frente al peso había producido. Al final de 2022, el balance de los recursos de los cotizantes en sus cuentas de capitalización individual alcanzó RD$841,270 millones, reflejando un aumento de RD$83,754 millones en relación a los RD$757,515 millones que tenían al cierre del 2021. No se produjo el robo vulgar ni la estafa alegada por el diputado romano.
Esta semana, el imperio populista romano ha leído una nueva proclama. Otro diputado romano, perteneciente a la legión perremeista, quizás para no quedarse atrás ante la andanza contra las AFP de su colega de la legión reformista, lanzó uno de los ataques más mentirosos evacuados desde la geografía de la Cámara de Diputados. El romano afirmó que “hemos llegado a la conclusión de que ese contrato, que todos pensamos que era 50/50 con la Barrick-Gold, es una farsa y es una mentira. Nosotros estamos casi seguros de que, en vez de la Barrick pagarnos a nosotros por llevarse el oro, nosotros les estamos pagando a la Barrick por llevarse el oro…Ese contrato es tan dañino para la nación, que ya no nos cambian el oro por espejitos, no, inclusive tenemos nosotros que pagarles a ellos, para que ellos se lleven el oro de nuestro país”. Sentenció que “definitivamente, al final, el negocio es, única y exclusivamente, para la Barrick-Gold y para los dominicanos no les queda absolutamente nada… Yo les pido humildemente que nos apoyen en este enfrentamiento que vamos a tener, una vez más, con esta empresa, que al final no ha pagado un solo centavo y se ha llevado millones de onzas de oro de nuestro país.”

Sorprendentemente, el diputado romano, en su declaración, no presentó un solo dato para demostrar que Barrick “no ha pagado un solo centavo” al Gobierno por la explotación minera que realiza en nuestro país. Cuando revisamos las informaciones que publica la DGII, lo que observamos es incompatible con lo afirmado por el diputado romano de la legión perremeista. Entre el 2013 y el 2022, Barrick ha pagado un total de impuestos directos ascendentes a US$2,898 millones. Cuando sumamos a este monto los US$276 millones de impuestos indirectos percibidos por el Gobierno que se derivan de la actividad productiva que realiza Barrick en Pueblo Viejo, se tiene que el total de impuestos cobrados por el Estado dominicano en el período de 10 años que acumula la explotación alcanza US$3,174 millones. Desconocemos de donde obtuvo el diputado romano la información que le permitió asegurar que Barrick “no ha pagado un solo centavo” al Estado dominicano.

Cuando se analizan los estados financieros de Barrick encontramos que las inversiones realizadas y acumuladas por la empresa en nuestro país al final del 2013, ascendieron a US$3,475 millones. De ese total invertido, luego de 10 años de operaciones, los accionistas han podido recuperar US$2,337 millones, quedando por recuperar la suma de US$1,138 millones. En otras palabras, a los accionistas de Barrick les ha tomado 10 años recuperar las dos terceras partes de la inversión realizada. Es posible que necesiten 3 o 4 años adicionales para recuperar la totalidad de la inversión inicial, excluyendo las nuevas inversiones de capital (capex) que hayan realizado. Tiene razón el diputado romano. Durante los primeros 10 años, la distribución no ha sido 50/50 como pensábamos. Ha sido 58/42, ya que el Estado dominicano ha recibido el 57.6% del excedente generado por la explotación y los accionistas de Barrick el 42.4%.

Ojalá que el diputado romano, en su próxima declaración de prensa, pueda sustentar sus afirmaciones con los datos oficiales que periódicamente publica la DGII, una entidad que se ha caracterizado por brindar a los dominicanos tanta o más información estadística que la ofrecida por sus colegas de la región. Por ejemplo, que nos diga en cuál país del mundo, una empresa minera privada ha pagado, en los últimos 10 años, una tasa consolidada de tributación equivalente al 23.2% del valor total de las exportaciones. Necesitamos afirmaciones soportadas por estadísticas confiables, no mentiras alimentadas por el populismo irresponsable.

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