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Google activó el “Modo IA” en su motor de búsqueda, una función experimental impulsada por inteligencia artificial que pretende revolucionar la manera en que buscamos información en el buscador más grande y utilizado del mundo. Pero que también plantea serias dudas. Principalmente, sobre la transparencia de las fuentes, el rol de los medios y la supervivencia de los medios digitales y los creadores de contenido.
A medida que las grandes tecnológicas como Google, Microsoft y OpenAI transforman los motores de búsqueda en asistentes conversacionales con respuestas generadas por IA, una pregunta clave toma fuerza: ¿quién controla lo que sabemos?
¿Qué es el Modo IA de Google?
El Modo IA reemplaza la tradicional lista de enlaces azules por resúmenes automáticos generados por la inteligencia artificial Gemini 2.0. La idea y sus funcionalidades se hicieron públicas por primera vez en la conferencia Google I/O 2023. ¿La idea?, en lugar de dirigir al usuario a medios, blogs o páginas con autoridad, la IA sintetiza la información y responde directamente dentro del buscador.
- Responde como si fuera un chat. Puedes escribir preguntas complejas y recibir un resumen directo, organizado y natural.
- Conversaciones continuas. Puedes hacer seguimientos como si estuvieras hablando con un asistente personal.
- Disponible en fase experimental. Actualmente se encuentra en Search Labs, accesible solo para usuarios de EE.UU., pero se espera una expansión global.
Aunque esto mejora la experiencia para el usuario, crea un efecto de “pantalla negra informativa”, pues el contenido original se oculta (al menos, hasta el momento), las fuentes no siempre son visibles y los autores pierden visibilidad y tráfico.
En contexto: la batalla entre Google vs Open AI
Para ponernos en contexto, Google enfrenta actualmente una presión competitiva de OpenAI, que ha integrado capacidades similares en ChatGPT, así como de Microsoft Bing, que usa modelos GPT para potenciar su motor de búsqueda. El “Modo IA” busca mantener a Google como líder del sector, incorporando respuestas más directas, útiles y personalizadas.
Es de recordar que OpenAI lanzó la función de búsqueda web ChatGPT para algunos usuarios en octubre pasado. La herramienta permite a los usuarios hacer preguntas de forma más natural y conversacional, según informó la compañía en una entrada de blog en aquel momento.
“Profundiza con las preguntas de seguimiento y ChatGPT considerará todo el contexto de tu chat para ofrecerte una mejor respuesta”, afirmó OpenAI. La función se implementó para todos los usuarios en febrero.
Google se apresuró a desarrollar su chatbot de IA Gemini tras el lanzamiento de ChatGPT en 2022. La compañía dio a sus ingenieros 100 días para desarrollar la herramienta y así evitar quedarse atrás. Gemini y ChatGPT se han posicionado constantemente entre los chatbots mejor valorados.
¿Una batalla con “daños colaterales”?
Los algoritmos de IA generan respuestas basadas en miles de fuentes. Pero ¿cómo saber qué información fue priorizada y por qué? Junto al anuncio de su Modo IA, Google reiteró que “la IA se entrena con información confiable” y que “seguirá trabajando con los creadores”.
No obstante, la empresa aún no deja claro cómo será el sistema de compensación, citación directa ni visibilidad garantizada para los autores originales, en sus respuestas generadas con el Modo IA. Aunque Google ha hecho esfuerzos notables para que la actual función de IA generativa en búsquedas refiera las fuentes con la que genera su respuesta (colocando enlaces a la fuente), no precisa si esto se mantendrá o no en el Modo IA.
Otro elemento a cuestionar es el modelo actual de los medios digitales y del “posicionamiento”, columna vertebral de las áreas del marketing y ventas. El ecosistema digital se basa en un principio claro: el tráfico genera ingresos, y los ingresos sostienen la producción de contenido. Pero, con una eliminación de los enlaces azules, Los usuarios obtendrían respuestas sin salir de Google. En consecuencia, las visitas a medios caen, los ingresos por anuncios bajan. Y, en cadena, la producción periodística se debilita. De esta forma, medios pequeños, periodistas independientes y creadores especializados podrían desaparecer del mapa si no se garantiza una atribución clara y justa.
¿Qué está en juego?
- Economía del contenido: Millones de empleos en medios, agencias, blogs y YouTube dependen del tráfico web.
- Diversidad informativa: El control de la información se concentra en unos pocos algoritmos.
- Centralización informativa: Google pasa de ser un indexador a convertirse en un generador de contenido dominante
- Pérdida de tráfico: Los sitios que producen contenido podrían ver reducidos sus ingresos publicitarios.
- Neutralidad cuestionada: El sesgo algorítmico puede influir en qué versión de la verdad se muestra.
- Democracia digital: Si el usuario no sabe quién dijo qué, pierde el poder de contrastar fuentes y construir pensamiento crítico.