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En la mañana del 11 de septiembre se escuchó por radio la voz de Allende por última vez la cual resonaba en toda la ciudad anunciando que se había levantado un derrocamiento en contra del gobierno. Salvador Allende que había llegado al poder en 1970 y había hecho un gobierno a favor de la clase baja y media chilena encontró una oposición liderada desde los Estados Unidos que lo llevó incluso al suicidio.
Contexto político y económico
Durante los años previos al golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, Chile atravesaba una crisis económica y social sin precedentes. La política exterior del gobierno de Salvador Allende, que incluía el fortalecimiento de lazos con la Unión Soviética y el ofrecimiento de asilo a perseguidos políticos internacionales, generó tensiones internas y externas. Estos esfuerzos, destinados a mejorar las condiciones de vida de la población, terminaron intensificando las dificultades económicas y polarizando tanto la sociedad chilena como la opinión internacional.
El papel de Estados Unidos
El 3 de noviembre de 1970, Salvador Allende asumió la presidencia de Chile, marcando el inicio de una etapa política única en el país. El Archivo de Seguridad Nacional ha desclasificado una serie de documentos cruciales que ilustran los esfuerzos de Estados Unidos por desestabilizar el gobierno de Allende. Esta revelación, a la que el periódico Ciper ha tenido acceso, ofrece una visión sin precedentes de la agresiva estrategia implementada por el presidente Nixon y su asesor Henry Kissinger.
En un contexto marcado por la Guerra Fría, el cambio ideológico en Chile alarmó a la administración estadounidense bajo Richard Nixon. Temiendo que el país sudamericano se convirtiera en un adversario estratégico, Estados Unidos comenzó a conspirar contra el gobierno de Allende. La intervención y apoyo indirecto de Estados Unidos se hicieron evidentes cuando, en la mañana del 11 de septiembre, el ejército, la fuerza aérea, la armada y los carabineros, con el respaldo naval estadounidense, iniciaron un golpe de estado.
A tan solo unos días de la toma de posesión de Allende, Nixon convocó a una reunión clave del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) para debatir la política que adoptaría Estados Unidos frente al nuevo gobierno chileno. Según los documentos desclasificados, la CIA había intentado, sin éxito, instigar un golpe militar para evitar la sanción presidencial de Allende. Esta acción encubierta fracasó, revelando la intensidad de la oposición estadounidense.
Estrategia de Kissinger
La estrategia de Kissinger se centró en minimizar la posibilidad de que Allende consolidara su poder y demostrara que un gobierno socialista elegido democráticamente podía funcionar. Los documentos también revelan que se contemplaron medidas como bloquear préstamos internacionales a Chile y manipular el mercado del cobre para perjudicar su economía, sin mencionar esfuerzos para preservar la democracia chilena o trabajar hacia una derrota electoral de Allende en 1976.
En una conversación telefónica desclasificada entre Nixon y Kissinger, ambos expresaron su preocupación por el “efecto modelo” que un gobierno socialista exitoso en Chile podría tener en otras partes del mundo. Esta conversación subraya la profundidad del temor estadounidense hacia el potencial impacto internacional de la administración de Allende.
Asalto al palacio de la Moneda
A las 8:45 horas del 11 de septiembre, Salvador Allende se dirigió a la nación a través de la radio desde Santiago, confirmando la gravedad de la situación: “La situación es crítica, hacemos frente a un golpe de estado en que participan la mayoría de las fuerzas armadas.” Mientras los aviones militares atacaron el Palacio de La Moneda, Allende instó a la población a mantenerse alerta y a defender sus logros. Poco después, el presidente se suicidó dentro del palacio en medio del asedio.
La dictadura de Augusto Pinochet
La dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet se estableció rápidamente tras la caída del gobierno de Allende. La junta militar tomó medidas drásticas que incluyeron la disolución del Senado, la represión de los partidos de izquierda y la censura de los medios de comunicación. Las detenciones y ejecuciones se extendieron a estudiantes, sindicalistas, artistas e intelectuales, muchos de los cuales fueron torturados y asesinados en lugares como el Estadio Chile y el Estadio Nacional.
El régimen de Pinochet, que perduró hasta 1990, dejó un legado de violaciones a los derechos humanos, desapariciones forzadas y una profunda división en la sociedad chilena. La dictadura militar tuvo un impacto duradero tanto en Chile como en la comunidad internacional, marcando un capítulo oscuro en la historia del país.