Lima, 11 dic (EFE).- La Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) comunicó este domingo el cierre del aeropuerto de la ciudad surandina de Andahuaylas, en la región peruana de Apurímac, debido a los desórdenes e incendio de parte de sus instalaciones por manifestantes que protestan contra la nueva presidenta, Dina Boluarte, y piden el adelanto de elecciones generales.

Mediante un comunicado compartido por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Corpac detalló que el terminal «viene sufriendo ataques y actos de vandalismo» desde la tarde del sábado, que han afectado la pista de aterrizaje y equipos indispensables para brindar el servicio de aeronavegación.

Asimismo, «han incendiado la sala de transmisores, la sala de combustible» y han cercado el terminal, donde se encuentran 50 efectivos de la Policía Nacional y trabajadores de Corpac, agregó la fuente oficial.

En ese sentido, la compañía estatal pidió el refuerzo de la Policía Nacional en el lugar para poner a buen recaudo la vida de las personas que se encuentran «en calidad de rehenes».

La empresa hizo un llamado a la calma y a la sensatez a la población involucrada en los ataques al terminal porque ese hecho, indicó, retrasa el desarrollo económico de la región y trunca el traslado, por vía aérea, ante una emergencia de salud.

Las movilizaciones de protesta estallaron, en forma aislada, en Andahuaylas y otras ciudades del país el mismo día que el expresidente Pedro Castillo fue destituido por el Congreso, después de ordenar la disolución del Parlamento y el establecimiento de un gobierno de emergencia.

El sábado, los manifestantes tomaron a dos policías como rehenes en una plaza de Andahuaylas en medio de una jornada de marchas, que derivó en enfrentamientos con la Policía Nacional que dejó una veintena de heridos.

La Defensoría del Pueblo reportó el sábado que estaba coordinando la atención médica de todos los heridos, después de haber reportado al menos 20 lesionados, entre civiles y agentes de la Policía.

Según las imágenes compartidas por medios locales, un policía fue atado cerca a la plaza de Andahuaylas y se le impedía retirarse del lugar, horas después de que los manifestantes se enfrentaron a los policías en las calles de esa ciudad, ubicada en la región natal de Boluarte.

Precisamente, la jefa de Estado se pronunció este sábado sobre las manifestaciones en distintos puntos del territorio, después de ser informada de al menos siete detenidos y ocho heridos en las movilizaciones.

A través de su cuenta en Twitter, Boluarte declaró que el respeto, el diálogo y la tolerancia son imprescindibles en democracia.

La jefa de Estado hizo «un llamado a la calma y serenidad» y subrayó que «el diálogo y entendimiento es imperativo».

Las movilizaciones también se han producido en el centro de Lima, a escasa distancia del Palacio de Gobierno, donde los manifestantes se enfrentaron el viernes con la Policía Nacional y los agentes los dispersaron con bombas lacrimógenas

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