Brasilia. El oficialismo ocupará los principales cargos de una comisión parlamentaria que evaluará la denuncia por corrupción que acorrala al presidente brasileño, Michel Temer.La grave denuncia por corrupción pasiva formulada por la Fiscalía contra el mandatario será analizada durante un engorroso trámite que tiene como primera escala la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados, cuyo presidente, Rodrigo Pacheco, decidió nombrar como instructor del caso al diputado Sergio Zveiter.
Pacheco pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el propio Temer, al igual que Zveiter, por lo que la formación a la que pertenece el presidente tendrá en sus manos los dos principales cargos de esa comisión.
Aun así, en el PMDB hay quien considera que Zveiter es cercano a las alas más díscolas de esa formación, integradas por diputados y senadores que se han plegado a la oposición para exigir la renuncia de Temer después de que estalló el escándalo que lo cerca desde hace unas cinco semanas.
La comisión dispondrá de hasta quince sesiones para analizar la denuncia, tras lo cual deberá preparar un informe que será remitido luego para una votación al pleno de la Cámara de Diputados.
Si en esa instancia una mayoría de al menos dos tercios de los 513 legisladores se inclina por aceptar la denuncia, el asunto pasará a manos de la Corte Suprema, que tomará la decisión definitiva. En caso de que el Supremo decida enjuiciar a Temer, lo suspenderá de sus funciones durante los 180 días que durará un proceso en el que, si fuera declarado culpable, sería desalojado del poder, que asumiría entonces el ganador de una elección indirecta que debería ser convocada por las dos cámaras legislativas. Una de las bases de la acusación son unos audios entregados a la justicia por el dueño del grupo JBS, Joesley Batista, que él mismo grabó durante una visita que hizo en marzo pasado a Temer en la residencia oficial de la Presidencia.
