Cap-Haitien, Haití. Cap-Haitien, una tradicional ciudad turística en el norte de Haití, languidece por la profunda crisis que afecta al país y por el abandono de las autoridades, que ha dejado la urbe a merced de cualquier catástrofe.

La secular falta de inversiones ha llevado a la segunda ciudad más poblada de Haití a convertirse en una de las urbes peor preparadas para cualquier tipo de catástrofes, desde terremotos, a deslizamientos de tierra o incendios.

El ejemplo más reciente, que dejó de manifiesto la vulnerabilidad de la ciudad a cualquier imprevisto, fue la explosión de un camión cisterna ocurrida la semana pasada, que causó al menos 90 muertos y decenas de heridos. El accidente fue resultado de la desesperación de la población por la crisis de desabastecimiento de combustible que vive el país, circunstancia que llevó a un centenar de ciudadanos a abalanzarse a robar el carburante de la cisterna del camión, después de que hubiera volcado en una curva. El fuego que causó la catástrofe, aparentemente, se desató cuando el combustible se vertió a una cañada donde había basura ardiendo, según testimonios recogidos por la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH).

Sin unos servicios de recogida eficientes, la basura es omnipresente en las calles de Cap-Haitien y contamina sus ríos, cañadas y la costa, a pocos kilómetros de unas playas paradisíacas que ahora están huérfanas de turistas.

Falta de planificación eleva los riegos

Otros riegos se desprenden de la nula planificación urbana con la que se ha desarrollado Cap-Haitien.

“Los surtidores de gas propano y gasolina están instalados en medio de la población. Si hay una fuga, puede causar daños irreparables”, advierte Céder Simon, especialista en gestión global de riesgos y crisis, en declaraciones a Efe.

Posted in Internacionales

Más de panorama

Más leídas de panorama

Las Más leídas