Puerto Príncipe, 4 jul (EFE).- El próximo viernes 7 de julio será jornada de duelo nacional en Haití, al cumplirse el segundo aniversario del asesinato del presidente Jovenel Moïse, informó este martes la Oficina del Primer Ministro.
Según un comunicado oficial, ese día la bandera nacional ondeará a media asta en todo el territorio de Haití.
Además, «las discotecas y otros locales similares permanecerán cerrados», indica la nota, en la que se invita a las emisoras de radio y televisión a programar transmisiones para la ocasión.
El 7 de julio de 2021 un grupo fuertemente armado de supuestos mercenarios, la mayoría colombianos, irrumpió en la residencia privada de Moïse y lo asesinó a tiros.
A raíz del magnicidio se agravó la crisis multidimensional que desde hace años vive Haití, donde las bandas armadas se han hecho fuertes y controlan parte del territorio, en especial Puerto Príncipe y sus alrededores, generando una espiral de violencia que ha obligado a huir de sus casas a miles de personas. EFE
Abinader hace llamado a la comunidad internacional
El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha hecho innumerables llamados a la comunidad internacional de pasar del discurso a la acción sobre la agravada situación existente en Haití.
El jefe de Estado afirmó que ya todos saben lo que está pasando en el vecino país y que, si de ayuda se refiere, a la nación que encabeza debiera dársele las gracias por todo lo que hace por esa nación.
“Ellos saben lo que está pasando, ¿qué peor puede pasar en Haití?; El problema no son los haitianos que están fuera, debieran de darnos las gracias a nosotros por todo lo que hacemos por ellos. Ellos tienen que pasar del discurso a la acción”, expresó el mandatario al ser preguntado por la prensa sobre la reciente visita a Haití del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, desde donde reclamó apoyo para ayudar a esa nación.
Luego de una visita de un día a Haití, António Guterres ha reiterado en Haití su llamado para la formación de una fuerza extranjera de seguridad en el país antillano, que atraviesa una prolongada y grave crisis de seguridad, humanitaria, y en los campos social y político, entre otros.
