Windsor. Después de un servicio religioso que cerró diez días de condolencias por su fallecimiento, la reina Isabel II ya descansa en la capilla de San Jorge, donde la enterraron este lunes junto a su marido, el duque de Edimburgo, en una ceremonia privada a la que solo asistieron los miembros más cercanos de la familia real británica.

Fue la última despedida de Isabel II, que viajó en coche fúnebre desde Londres, antes de recibir el cariño de su gente en las calles de Windsor y de entrar en la capilla de San Jorge, lugar de reposo de los grandes monarcas británicos.

Alrededor de las 15.30 hora local (14.30 GMT), el féretro de la reina entró en la localidad de Windsor, situada al oeste de Londres. Algo más de una hora tardó el coche fúnebre en recorrer los 35 kilómetros que separan el arco de Wellington, lugar del que partió el coche tras el funeral en la Abadía de Westminster, del castillo de Windsor, donde la gente pudo darle una despedida final.

Miles se reunen para dar el último adios a la reina Isabel II

Con una fuerte escolta y con la presencia de miles y miles de personas en las calles del pueblo, el féretro con la reina Isabel II entró en la que ha sido su residencia más habitual y desde ahí se dirigió a la Capilla de San Jorge, situada a apenas unos metros del castillo, donde se realizó un pequeño servicio, como quedó acordado con la monarca antes de su muerte.

Una vez el féretro se colocó en el altar, los miembros de la familia real tomaron su sitio. El primero, el rey Carlos III, ovacionado a su llegada a Windsor y acompañado por sus hermanos y por sus hijos.

La ceremonia estuvo dirigida por el deán de Windsor, David Conner, que leyó versos del libro del Apocalipsis, como ocurrió en los funerales de los abuelos de la reina, el rey Jorge V y la reina María, en 1936 y 1953, respectivamente, y en el de su padre, el rey Jorge VI, en 1952.

Conner también fue el encargado de uno de los momentos más delicados del oficio, cuando tuvo que despojar a la reina de sus joyas.

El deán quitó de lo alto del féretro la corona imperial, el orbe real y el cetro de oro, que han acompañado a la reina durante la capilla ardiente en Westminster Hall y durante el funeral de este lunes. Estos, una vez finalizado el oficio, volverán a su emplazamiento habitual en la Torre de Londres.

A las 16.49 hora local (15.49 GMT), bajarón el féretro a la cripta, después de que el rey Carlos III colocara una bandera militar de la reina sobre él y el lord chambelán (el cargo de mayor rango en la residencia de la reina), Andrew Parker, rompiese simbólicamente el bastón de mando.

Ceremonia íntima en el Palacio de Buckingham

A las 19.30 hora local (18.30 GMT), en una ceremonia íntima de la que el Palacio de Buckingham no desveló detalles, enterraron la reina Isabel II en la cámara real, al lado de su marido, el príncipe Felipe, que fue sepultado aquí en abril de 2021.

En total, unos 800 invitados se dieron cita en la capilla, entre ellos, el rey de España, Felipe VI. o estuvo el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que partió a la Asamblea de la ONU.

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