En un movimiento que ha agitado controversia y oposición, la miembro de la Asamblea del Estado de Nueva York, Karines Reyes, ha sugerido trasladar la conferencia SOMOS Puerto Rico a la República Dominicana.
Esta propuesta ha sido recibida con fuertes críticas, no solo por su potencial para crear divisiones entre las comunidades dominicanas y puertorriqueñas en Nueva York, sino también por su momento, ya que Puerto Rico todavía está lidiando con las secuelas de desastres naturales y desafíos económicos.
La conferencia SOMOS, tradicionalmente celebrada en Puerto Rico, es más que un evento político; es una línea de vida económica y cultural vital para la isla, especialmente mientras intenta recuperarse de los impactos devastadores de huracanes, terremotos y desafíos financieros continuos. La propuesta de Reyes de trasladar este evento significativo a la República Dominicana se ve como un golpe a estos esfuerzos de recuperación, ignorando el apoyo esencial que la conferencia proporciona a la isla.
Los críticos están cuestionando las motivaciones de Reyes, sugiriendo que este movimiento podría ser un intento de ganar tracción política dentro de la comunidad dominicana, donde ella no ha sido una figura prominente anteriormente.
La sugerencia de trasladar la conferencia es vista por muchos como socavando la sólida solidaridad y la historia compartida de lucha entre las comunidades puertorriqueña y dominicana. Asimismo, arriesga fracturar la unidad de estos dos grupos en un momento en que el apoyo colectivo es crucial para la recuperación de Puerto Rico.
Además, miembros destacados de la comunidad dominicana en Nueva York han expresado que no aceptarían una decisión que perjudique a sus hermanos puertorriqueños. Están en solidaridad total con Puerto Rico y, en lugar de dividir la conferencia, muchos han declarado en el gobierno de Nueva York que no asistirían si se cambiara de sede, apoyando totalmente a los puertorriqueños en su lucha.
Además, la propuesta de Reyes está siendo criticada por su falta de sensibilidad a las luchas de Puerto Rico, las cuales la conferencia SOMOS ha ayudado a resaltar y abordar durante mucho tiempo. La reunión anual es una plataforma clave para discutir y abogar por temas puertorriqueños, particularmente en el contexto de los desastres naturales recientes. Mover la conferencia no solo disminuiría la visibilidad de estos temas, sino que también podría reducir el apoyo económico y moral que el evento proporciona a la isla.
Esta controversia coloca a Reyes en una posición difícil, siendo cuestionado su juicio político y su comprensión de las complejas dinámicas entre las comunidades puertorriqueña y dominicana de Nueva York. A medida que continúa el debate, las implicaciones para el futuro político de Reyes y las relaciones entre estas comunidades entrelazadas permanecen inciertas. El rechazo a su propuesta resalta la importancia de considerar cuidadosamente los impactos más amplios de las decisiones políticas en la solidaridad y el apoyo comunitarios, especialmente en tiempos de recuperación y reconstrucción.
