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Ginebra, 21 jun (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió este viernes a Israel la reapertura del cruce fronterizo de Rafah para la entrada de suministros médicos y todo tipo de ayuda humanitaria, ante el aumento de enfermedades que se anticipa tras el nuevo desplazamiento masivo de población.
Rafah, la principal ciudad al sur de Gaza, era una ciudad de unos 230.000 habitantes y se convirtió en lugar de refugio para más de un millón de palestinos que huyeron del resto del territorio, pero la expansión de la ofensiva militar israelí hasta esta localidad les ha desplazado de nuevo hacia el norte.
El jefe de la oficina de la OMS en los territorios palestinos ocupados, Rik Pepperkorn, afirmó hoy que apenas unas 750 personas quedarían en la ciudad de Rafah y un total de entre 60.000 y 75.000 gazatíes en el área de Al Mawasi, a menos de diez kilómetros al norte.
“Estamos viendo de nuevo un desplazamiento masivo en las últimas semanas y sabemos que esto puede causar un aumento de las enfermedades, aunque lo más probable es que esto ya esté sucediendo”, recalcó.
El llamamiento a Israel para que reabra el cruce de Rafah ha sido una constante por parte de las organizaciones humanitarias desde que fue cerrado por este país.
Pepperkorn mencionó que hay 26 camiones con medicamentos y otro material médico -entre estos seis de la organización Médicos Sin Fronteras- esperando entrar en Gaza por el paso fronterizo de Kerem Shalom, donde el dispositivo logístico es más reducido y cuya ruta de acceso (del lado gazatí) es peligrosa.
Además, cinco de esos vehículos son refrigerados y contienen medicamentos sensibles que deben mantenerse a una determinada temperatura, ya en pleno verano en la región.
Entre las patologías y problemas que aumentarán con el calor, mencionó la deshidratación, el cólera, las enfermedades transmitidas por mosquitos, además de la contaminación del agua y de alimentos, entre otros.