ESCUCHA ESTA NOTICIA

Raúl Castro, nacido el 3 de junio de 1931 en Birán, es hasta el momento un actor clave en la revolución que derrocó al dictador Fulgencio Batista. Desde sus días como estudiante de economía en la Universidad de La Habana, se unió al movimiento comunista que cambiaría el rumbo de Cuba.

Tras un fallido ataque al cuartel Moncada en 1953, fue encarcelado, aunque obtuvo amnistía en 1955. Su retorno a Cuba en 1956 a bordo del yate Granma junto a su hermano Fidel marcó el inicio de una nueva era en la historia del país.

Las reformas de Raúl Castro

Cuando Raúl asumió la presidencia Cuba enfrentaba serios desafíos. Las restricciones eran numerosas: los ciudadanos no podían acceder a hoteles, comprar teléfonos móviles ni viajar al extranjero sin permisos especiales.

Raúl, consciente de la necesidad de un cambio, buscó garantizar una transición ordenada y demostrar que la revolución podía perdurar sin Fidel.

Raúl introdujo reformas significativas. Eliminó varias de las prohibiciones que limitaban la vida diaria de los cubanos, permitiendo el acceso a hoteles y teléfonos móviles.

Además, fomentó el crecimiento del sector privado, multiplicando el número de trabajadores autónomos en la isla. Al finalizar su gobierno en 2018, más de 600,000 cubanos operaban como cuentapropistas, un notable aumento respecto a los 150,000 al inicio de su gestión.

La política internacional

Un aspecto relevante del legado de Raúl Castro es la apertura hacia Estados Unidos. En 2015, durante su presidencia, se produjo un deshielo histórico en las relaciones entre ambos países, simbolizado por la visita del presidente Barack Obama a Cuba.

Esta era de acercamiento ofreció una esperanza de cambios, aunque el regreso de políticas más hostiles bajo la administración de Donald Trump frenó muchos de estos avances.

La firma de acuerdos y la participación en eventos internacionales reflejaron un intento de Raúl de posicionar a Cuba en un contexto global más favorable. Sin embargo, su sucesor, Miguel Díaz-Canel, enfrenta el reto de continuar este legado en un entorno cambiante.

La institucionalización del poder

Raúl Castro enfatizó la necesidad de institucionalizar el poder en Cuba, alejándose del personalismo que caracterizó a su hermano. Durante su gobierno, promovió una estructura más colegiada en la toma de decisiones, buscando empoderar al Partido Comunista como el verdadero heredero de la revolución.

Esta visión buscó consolidar un sistema político más estable y duradero, aunque muchos consideran que los cambios fueron demasiado lentos.

A pesar de sus esfuerzos, Cuba continúa siendo un estado de partido único. Sin embargo, las críticas a la “vieja mentalidad” que obstaculiza el progreso revelan un deseo de cambio que aún persiste en la sociedad cubana.

Raúl Castro dejará un legado complejo que combina avances significativos con retos persistentes. Su decisión de ceder el liderazgo en el 2018 a Miguel Díaz-Canel, represento una clara intención de permitir que la revolución continúe sin la impronta del apellido Castro.

Posted in Internacionales

Más de panorama

Más leídas de panorama

Las Más leídas