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Nairobi, 8 ago (EFE).– Decenas de personas salieron este jueves a las calles de Nairobi en una nueva jornada de protestas antigubernamentales que atrajo menos participación que las anteriores, iniciadas en junio, mientras los ministros del nuevo Gobierno nombrado por el presidente del país, William Ruto, juraron su cargo.
Al mismo tiempo que los diecinueve nuevos integrantes del Ejecutivo tomaban posesión de sus carteras en una solemne ceremonia en la State House, sede de la Presidencia en Nairobi, las calles de acceso al recinto estaban cortadas por controles policiales y pinchos dispuestos en la carretera, según pudo observar EFE.
Asimismo, un fuerte dispositivo de seguridad fue desplegado en el centro de la capital, donde los negocios estaban cerrados y las calles mayoritariamente desiertas excepto por los manifestantes, que vieron todos sus intentos de reunirse dispersados por los gases lacrimógenos de la Policía.
«¿Por qué tenemos que tener protestas a las que se responde siempre con la fuerza? (…) La Policía inicia esta violencia», declaró a medios locales uno de los jóvenes que se unieron a la jornada bautizada como Nane Nane (Ocho Ocho en idioma suajili, en referencia a la fecha de este jueves 8 de agosto).
Al menos cinco periodistas resultaron heridos mientras cubrían las protestas en el centro de Nairobi, tres de ellos por los botes de gas lacrimógeno disparados por la Policía directamente contra ellos, denunció en X la Asociación Internacional de la Prensa del Este de África (IPAEA, en inglés), que representa a cientos de corresponsales en la región.
Además, un número indeterminado de manifestantes fueron detenidos.
En una rueda de prensa el miércoles, el inspector general en funciones de la Policía keniana, Gilbert Masengeli, alertó de la posible infiltración de matones, algo que los propios organizadores han venido denunciando, acusando al Gobierno de ello.
«Las protestas iniciales organizadas en junio fueron pacíficas pero las protestas posteriores se transformaron en disturbios, con saqueadores destruyendo y robando propiedades», afirmó Masengeli.
«Nuestros informes de inteligencia indican que existen amenazas a la seguridad del país, con criminales planeando infiltrarse en las protestas de mañana y cometer más crímenes», añadió, al destacar que se había «garantizado un despliegue de seguridad adecuado».
Las protestas se produjeron este jueves al día siguiente de la designación de diecinueve nuevos ministros, después de que Ruto destituyera a casi todo su Gobierno el pasado 11 de julio.
Entonces, solo se libraron el vicepresidente, Rigathi Gachagua y el ministro de Asuntos Exteriores, Musalia Mudavadi.
Además de varios ministros que repiten en el cargo, como Kithure Kindiki, en Interior, cuatro forman parte del opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM, por sus siglas en inglés), el partido de Raila Odinga, histórico líder opositor que perdió las elecciones frente a Ruto en agosto de 2022.
Los cambios en el Gobierno llegaron tras semanas de manifestaciones multitudinarias, que empezaron el pasado 18 de junio y, a diferencia de las que históricamente ha vivido Kenia, impulsadas por políticos opositores, no han contado con líderes oficiales.
En un principio, los kenianos protestaban contra el polémico proyecto de la Ley de Finanzas de 2024, por el que el Gobierno pretendía introducir impuestos como el IVA del 16 % a productos como el pan, y subir otros ya existentes en servicios básicos.
El 26 de junio, Ruto rechazó firmar el proyecto de ley, 24 horas después de una fuerte movilización en Nairobi que acabó en una batalla campal entre los manifestantes y la Policía y derivó en el asalto al Parlamento.
Las protestas, que al principio eran pacíficas pero se fueron tornando violentas, continuaron, aunque con menor participación y convertidas en antigubernamentales.
Desde que empezaron las movilizaciones, impulsadas mayoritariamente por jóvenes de la generación Z (nacidos entre mediados de los noventa y la primera década del siglo XXI), la respuesta de las fuerzas de seguridad, con gases lacrimógenos e incluso munición real, ha dejado al menos 50 muertos, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).
También ha habido al menos 413 heridos y se han registrado 59 casos de desapariciones forzadas.
Esta es la peor crisis de Ruto desde que llegó al poder en septiembre de 2022. EFE