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El alto el fuego anunciado por Netanyahu incluye una tregua de 60 días, con la intención de que se convierta en permanente. Durante este periodo, el ejército israelí mantendrá su presencia en el sur de Líbano, una zona que se mostro como escenario de intensos combates desde octubre de 2023.
El ejército israelí ha avanzado en esta región hasta el río Litani, aproximadamente 30 kilómetros de la frontera con Israel. Este es el primer despliegue de fuerzas israelíes en el sur de Líbano desde el retiro en 2000, después de una ocupación que duró 18 años.
Por su parte, Hezbolá, el partido-milicia libanés, se comprometerá a retirar sus fuerzas y armas al sur del río Litani. Además, la misión de la ONU en Líbano, UNIFIL, continuará en la región para supervisar el cumplimiento de la resolución 1701 de las Naciones Unidas, que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá.
Fragilidad de Hezbolá
El acuerdo refleja la fragilidad de Hezbolá, que ha sufrido pérdidas significativas en sus filas, incluyendo la muerte de varios de sus principales dirigentes y la destrucción de gran parte de su infraestructura.
Según informes israelíes, Hezbolá perdio aproximadamente 3.000 milicianos, mientras que otros cientos quedaron afuera de combate debido a los ataques israelíes.
A pesar de estos reveses, Hezbolá ha mostrado una postura más cautelosa durante las últimas semanas, finalmente aceptando la tregua sin que se vincule a la situación en Gaza.
En Israel, el alto el fuego también responde a la necesidad de aliviar la presión sobre sus fuerzas armadas. Los soldados israelíes, tanto profesionales como reservistas, han estado combatiendo intensamente en múltiples frentes desde octubre de 2023.
Las autoridades israelíes buscan ahora reducir la carga sobre sus tropas y evitar que la moral decaiga aún más. No obstante, el ejército israelí utilizo las últimas horas para lanzar una serie de ataques aéreos en Beirut, específicamente en áreas que no se veian como objetivo de bombardeos previos.
Reacciones internacionales al alto el fuego
El acuerdo se anuncio por Netanyahu en colaboración con los presidentes de Estados Unidos y Francia, Joe Biden y Emmanuel Macron, quienes respaldaron la iniciativa a través de un comunicado conjunto.
Además, el primer ministro libanés, Nayib Mikati, ofreció su declaración de apoyo al acuerdo, lo que refuerza la posibilidad de que la tregua se convierta en un acuerdo de paz duradero.
El alto el fuego también se recibio de agrado por las autoridades israelíes, quienes vieron en él una oportunidad para centrarse en otros frentes, principalmente en la lucha contra Irán, un desafío geopolítico central para Israel.
Sin embargo, las tensiones siguen latentes, ya que los últimos ataques aéreos sobre Beirut y otras ciudades libanesas han dejado víctimas mortales y causado destrucción.
